Un millón de italianos protesta contra la reforma de las jubilaciones
La concentración fue convocada por tres centrales que suman más de once millones de trabajadores
Más de un millón de personas se congregaron esta mañana en Roma en respuesta a una convocatoria de las tres mayores centrales sindicales de Italia para protestar contra el sistema de jubilaciones propuesto por el primer ministro, Silvio Berlusconi. "Somos más de un millón y medio de personas", anunció el líder de la central sindical católica CISL Savino Pezzotta, durante su intervención.
"Ante esta gigantesca y extraordinaria manifestación el Gobierno debe reflexionar, porque si sigue adelante con su política, la protesta crecerá, se expandirá", afirmó por su parte el líder del mayor sindicato del país CGIL, Guglielmo Epifani, hablando desde el palco.
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La concentración, que duró cerca de cuatro horas, comenzó a las 10:00 -hora local y en España- y fue convocado por la CGIL (izquierda), CISL (católica) y UIL (moderados), que en total suman más de once millones de trabajadores.
La iniciativa sindical fue decidida después de la huelga general de cuatro horas del pasado 24 de octubre, organizada para protestar contra las reformas propuestas por el Gobierno, entre ellas la del sistema de jubilaciones, que impone un mínimo de 40 años de cotización a partir de 2008.
"Defiende el futuro", gritaban cientos de manifestantes procedentes de casi todas las regiones del país, que llegaron en unos 3.000 autobuses y 40 trenes especiales.
Italia cuenta con más de siete millones de pensionistas, en una población de 57 millones, y todo cambio del sistema de jubilación suscita enfrentamientos entre los sindicatos y la patronal.
La primera reforma de la pensiones fue hecha en 1995 por el Ejecutivo de Lamberto Dini. El primer Gobierno de Berlusconi, en 1994, no logró imponer dicha reforma, ya que fue rechazada con una manifestación histórica convocada por los sindicatos, que movilizó en Roma a casi un millón de personas. Nueve años más tarde la posición del Gobierno y los sindicatos parece irreconciliable.
