Chirac y Schroeder no aceptarán un acuerdo "a cualquier precio" sobre la Constitución europea

El presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán, Gerhard Schroeder, expresaron hoy su rechazo a un acuerdo "a cualquier precio" sobre la futura Constitución europea.

"No aceptaremos un acuerdo a cualquier precio y condición", afirmó Chirac al comparecer junto con Schroeder ante la prensa, tras un encuentro en el Elíseo, a tres días de la cumbre de Bruselas.

El canciller alemán dijo que "nuestro objetivo es el éxito" y matizó que se siente "más próximo a un optimismo escéptico que a un escepticismo optimista", sobre la posibilidad de un acuerdo en Bruselas sobre la futura Constitución de la Unión Europea.

Los dos dirigentes insistieron en su posición "común" de que el texto de la Constitución debe ser "lo más próximo posible" al propuesto por la Convención sobre el futuro de Europa que, en palabras de Chirac, es un "proyecto equilibrado y ambicioso".

Uno de los principales escollos para un acuerdo es el reparto de poder en las decisiones por mayoría cualificada en los Consejos de ministros de la Unión Europea, aunque tampoco está resuelta la composición de la Comisión.

España y Polonia se oponen al sistema de voto por doble mayoría -el 50% de los Estados que representan el 60% de la población de la UE- propuesto por la Convención, y abogan por mantener la formula del Tratado de Niza que les da un peso casi igual al de los países más poblados.

En cambio, el nuevo sistema de voto es defendido por Alemania, con el apoyo de Francia e Italia, que ocupa la presidencia de turno de la UE.

Preguntado sobre si puede haber acuerdo en el caso de que España no modifique su postura, Chirac dijo que "en una negociación sobretodo, con tantos países y ambiciones para una Constitución para todos, cada uno debe hacer un gesto hacia los demás".

"No podemos imaginar que dos o tres países bloqueen el proyecto común", subrayó el presidente francés, quien expresó la esperanza de que "no nos encontremos en esta situación".

"Espero un acuerdo con España y Polonia, pero no estoy seguro", matizó Chirac.

Schroeder, por su parte, consideró "legítimo" que las diferencias de población sean tomadas en cuenta a la hora de tomar decisiones en los consejos de ministros de la UE.

Además, el canciller abogó por una Comisión Europea "operativa" y recalcó que "la Comisión no representa los intereses nacionales sino que es el guardián de la Europa común".