El informe Hutton y las tasas universitarias complican la vida a Blair
Los conservadores logran los mejores resultados en los sondeos en los últimos once años
Londres
El primer ministro británico, Tony Blair, se enfrenta a una semana crucial. Por un lado, la Cámara de los Comunes votará el controvertido incremento de las tasas universitarias, una medida que divide una vez más a los laboristas. Por otro, se darán a conocer las esperadas conclusiones del juez Hutton sobre la muerte del científico David Kelly, que aparentemente se suicidó después de haber sido señalado como la persona que filtró a la BBC la noticia de que el Gobierno había manipulado un informe sobre las armas de destrucción masiva iraquíes.
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El Gobierno de Blair afronta además la semana especialmente debilitado por los resultados de los últimos sondeos, que muestran un apoyo muy minoritario de los electores a su gestión, de apenas el 26 por ciento, frente a un 62 por ciento de descontentos, y que otorgan a los conservadores sus mejores resultados en los últimos once años.
El martes se celebrará la votación sobre la subida de tasas y el miércoles saldrá a la luz el 'informe Hutton', cuyos resultados pueden suponer un serio varapalo para Downing Street en caso de que se establezca alguna incómoda relación entre el supuesto suicidio en julio de Kelly y el Gobierno británico.
El informe será presentado en el Parlamento y, el mismo día, Lord Hutton realizará una intervención televisada en la que dará cuenta de sus hallazgos. El Gobierno británico aseguró que respetará el procedimiento, ya que se trata "un asunto enteramente para Lord Hutton", según afirmó un portavoz que se negó a comentar si Blair se encuentra molesto por la coincidencia en la misma semana de la publicación del informe y de la votación sobre las tasas universitarias.
Blair insistió recientemente en que no tiene intención de "esconderse" de Hutton y anunció que hará una comparecencia ante los miembros del Parlamento en las horas posteriores a la publicación del informe. Sin embargo, no se comprometió a acudir al debate que celebrará la Cámara una semana después sobre el asunto, lo que despertó las críticas del líder conservador Michael Howard, para el que la ausencia del primer ministro en esta sesión sería "inconcebible".
Por lo pronto, en los prolegómenos de la aparición del informe, Blair insiste en sacudirse la presión mediática. "Todo lo que digo al público es (que) no tengáis en cuenta mucho de lo que leáis sobre lo que el juez podría decir o no decir porque no lo sé y sospecho que esos comentaristas mediáticos tampoco lo saben", afirmó Blair en alusión a la repercusión del tema el periódicos y cadenas de televisión.
En total, Hutton escuchó las alegaciones de 74 testigos durante seis semanas y revisó miles de páginas de documentos. El trabajo final fue enviado a la imprenta el 19 de enero y saldrá publicado en la página web del caso. Las seis partes implicadas, incluidos el Gobierno, la familia de Kelly y la BBC, tendrán acceso por adelantado a las conclusiones bajo promesa de no darlas a conocer antes de su publicación.
Una de las polémicas que ocupan a los medios de comunicación británicos durante estos días es precisamente la custodia de la privacidad del informe antes de su publicación. El Gobierno dijo que los partidos de oposición tendrán acceso al documento "en el momento adecuado" y antes de que salga a la luz.
El 'torie' Howard insiste por su parte en tener "una señal lo antes posible" mientras que el líder de los demócratas liberales, Charles Kennedy, pidió que no se repita el poco margen de tiempo con el que contó en el pasado la oposición para revisar el informe Scott sobre armas en Irak.
Incluso la BBC tomó medidas excepcionales para impedir que sus periodistas difundan antes de tiempo el informe. El director general de la cadena, Greg Dyke, y el director de noticias, Richard Sambrook, recibirán una copia 24 horas antes de la publicación, pero no podrán pasarla a la sección de informativos, según 'The Guardian'.
Las horas previas no estarán exentas de cierto romanticismo policial. La copia de la BBC quedará custodiada en un lugar seguro del cuartel general de la BBC y algunos ejecutivos de la cadena dormirán en hoteles esa noche. Sólo si algún periodista recibe informaciones sobre el informe procedentes de fuentes fiables externas a la BBC, difundirá la noticia.
Junto al informe Hutton, la votación de la controvertida subida de las tasas universitarias, que para empezar tiene divididos a los laboristas, será la otra prueba de fuego semanal del Gobierno. Por un lado, algunos responsables educativos piensan que el Reino Unido tiene demasiados estudiantes universitarios y que parece lógico subir las tasas. Por el otro, quienes rechazan la medida advierten de que serán las clases más bajas las que vean restringido su acceso a la universidad, lo que producirá más diferencias sociales.
Una encuesta publicada por la Association of Graduate Recruiters y recogida por 'The Independent' muestra que más de dos terceras partes de los empleadores de universitarios creen que el Reino Unido tiene demasiadas personas con estudios avanzados. Al ser preguntados sobre si el incremento de los universitarios modificó los criterios laborales de este sector, el 60 por ciento de los encuestados dijo que sí.
Por su parte, un nutrido grupo de dirigentes laboristas argumenta que la subida de tasas se tradujo en otros países como Estados Unidos, Canadá y Australia en mayores dificultades para los sectores con menos recursos a la hora de acceder a la universidad.
Uno de los líderes de lo que la prensa llama la 'rebelión laborista', Paul Farrelly, acusó al Gobierno de "distorsionar la evidencia" al argumentar que la subida de tasas no afectará a las clases bajas.
En todo caso, mientras continúa esta polémica, un número cada vez mayor de universidades parece estar alentado los planes de Blair al anunciar en los últimos días que apoyarán con 4.000 libras (casi 5.800 euros) al año a los estudiantes más brillantes sin recursos económicos. Además, varias universidades amenazan con echar el cierre si no sale adelante la subida de tasas.