El Tribunal Supremo israelí ordena detener la construcción de un tramo del muro
El alto tribunal da una semana al Estado y a los damnificados para buscar una solución
Jerusalén
Los jueces del Tribunal Supremo de Justicia han ordenado hoy, domingo, detener la construcción de un tramo del "muro de seguridad" que Israel está levantando en medio de crecientes protestas en tierras palestinas de Cisjordania. Se trata del tramo que afecta a ocho aldeas palestinas situadas al noroeste de Jerusalén, entre ellas las de Bidu y Beit Sourik.
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En estas aldeas perdieron la vida esta semana tres manifestantes cuando trataban de impedir el comienzo de la construcción de la valla y apedrearon a efectivos de la policía de fronteras. Los manifestantes fueron reprimidos por la policía con gases lacrimógenos, bastonazos, y finalmente a balazos. La interrupción de la obra es, de momento, por una semana, según la orden judicial. Durante este plazo de suspensión, tendrían que buscar una salida representantes del Estado y los abogados de los damnificados.
El domingo próximo volverá a reunirse el Tribunal Supremo para escuchar los argumentos de ambas partes a fin de dar a conocer después su fallo si no se llegara a un entendimiento entre las partes. Cualquiera que sea el fallo de los jueces del alto tribunal, supondrá un claro precedente para nuevas demandas judiciales contra el muro.
NUEVA VERSIÓN DEL TRAZADO
La radio pública ha informado que en esa segunda audiencia se sumarán a la demanda de los palestinos al menos 30 vecinos israelíes de la localidad de Mevaseret Tsión, en la carretera de Jerusalén a Tel Aviv, que también se verán afectados por la valla de seguridad. El muro tiene como fin, según el Gobierno israelí, impedir la infiltración de palestinos y proteger a Jerusalén por el noroeste, donde se encuentran los asentamientos de Mevaseret Tsión y Guivat Zeev, "ciudades satélite" consideradas barrios judíos de esta ciudad.
Por su parte, el diario Haaretz informa hoy de que el Gobierno del primer ministro, Ariel Sharon, ha sometido a consideración de Estados Unidos, su principal aliado, una nueva versión del trazado del muro para contrarrestar las críticas de Washington y la comunidad internacional por los perjuicios que ocasiona a los palestinos. Según el rotativo, la línea que seguirá la valla, de la que se han levantado unos 300 de sus más de 700 kilómetros de extensión, será "más corta y más lógica", según funcionarios israelíes.
Los cambios que se propone introducir el Gobierno de Sharon en el trazado original de la valla eliminaría en distintos puntos su penetración en el interior de Cisjordania, habitada por alrededor de dos millones de palestinos hacinados en 5.400 kilómetros, y unos 200.000 israelíes en 141 asentamientos establecidos desde la guerra de 1967. El director de la oficina de Sharon, Dov Weisglas, viajó anoche a Washington para explicar el "plan de desconexión" unilateral de los palestinos, una iniciativa extrema del jefe del Gobierno, pero no se tratará sobre el muro de seguridad, según fuentes del Gobierno.