IU reconoce un "severo retroceso"

Izquierda Unida sufrió "un severo retroceso" al perder cuatro escaños y registrar un punto menos en porcentaje de votos respecto a las elecciones de 2000, lo que abre, a juicio de su coordinador general, Gaspar Llamazares, un periodo de reflexión interna para "avanzar y mejorar en nuestro proyecto".

Llamazares compareció ante los periodistas poco antes de la once de la noche para asegurar que el objetivo prioritario, desalojar "a la derecha autoritaria y mentirosa" del Gobierno, se había cumplido, si bien reconoció tener "una sensación agridulce" por la pèrdida de cuatro diputados y contar con un 4,96 por ciento de los votos con el 98 por ciento escrutado, un punto menos que en 2000.

El líder de IU, quien siguió el recuento electoral con miembros de la Comisión Permanente del partido en el Hotel Convención de Madrid, destacó que "las cosas, cuando ocurren, lo mejor es reconocerlas", incluidos "nuestros propios errores, los de la dirección de IU y los míos en particular".

Atribuyó este retroceso, por un lado, "a la concentración de votos para derrotar al PP", pero tambièn "a un sistema electoral injusto que castiga a la tercera fuerza política del país".

Así, subrayó la necesidad de abrir "una reflexión en el seno de IU para ser mejores, para ser más eficaces, para evitar en mayor medida la concentración de voto, para garantizar el pluralismo de la izquierda", y además "para avanzar, para mejorar en nuestro proyecto y mejorar tambièn nuestra relación con la sociedad".

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No obstante, insistió en que este retroceso no va a impedir a IU "ser determinante" para garantizar el pluralismo durante "esta nueva etapa progresista y democrática que se abre frente al peligro del autoritarismo", y prometió trabajar para garantizar un "giro social en la política económica en favor de los pobres, de la gran mayoría social y de los trabajadores".

Llamazares agradeció la participación "extraordinaria, la lección de civismo" que, a su juicio, ha dado "el pueblo español, que ha sabido derrotar a una derecha autoritaria y mentirosa y abrir una etapa de izquierdas en este país".

El coordinador general de IU llegó en torno a las 19.30 horas al hotel Convención de Madrid e inmediatamente se introdujo en la sala donde, a lo largo de toda la tarde, estuvo reunido con miembros de la Comisión Permanente del partido, con su equipo de campaña y con miembros de su Gabinete para analizar los resultados del escrutinio.

Entonces, apoyados en los sondeos de los medios de comunicación -que concedían a IU entre 9 y 11 escaños-, los dirigentes de IU afrontaban con ilusión lo que se intuía como una jornada electoral apasionante, pero, a medida que avanzaba el escrutinio, esta ilusión se convirtió primero en tensión y finalmente en "sensación agridulce", dijo Llamazares al valorar los resultados.

Cuando quedaron confirmados los peores augurios, Llamazares y dirigentes del partido como Francisco Frutos, Marisa Castro, Inès Sabanès, Fausto Fernández, y los candidatos Angel Pèrez, Montserrat Muñoz, Antero Ruiz y Boti G. Rodrigo dieron la cara ante los pocos cientos de militantes -entre los que se encontraba el cantautor Ismael Serrano- que se habían acercado hasta el Hotel Convención y que recibieron al líder de IU con aplausos.

Y entre aplausos, Llamazares, sereno, abandonó el Hotel Convención poco antes de la medianoche ante las miradas tristes de algunos simpatizantes, quienes, en algunos momentos de su intervención, no pudieron retener las lágrimas.