El único español detenido por el 11-M entró en contacto con los islamistas en la cárcel
Comentó en prisión a un grupo de magrebíes que tenía acceso a explosivos
Madrid
El único español detenido por su presunta relación con el 11-M inició el negocio de la venta de los explosivos cuando estaba en prisión junto a algunos magrebíes.
La persona que proporcionó a los terroristas los más de 130 kilos de explosivos, el español detenido el jueves en Asturias, conoció en la cárcel a un magrebí ante el que alardeó de que tenía acceso a ese tipo de material. El negocio se cerró fuera de la prisión y el explosivo se trasladó a Madrid en los últimos días del mes de febrero.
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Una vez que abandona la cárcel el magrebí se puso en contacto con el español detenido en Oviedo y cerraron el trato. El marroquí se trasladó a Asturias y recogió el explosivo y los detonadores en la furgoneta Kangoo probablemente entre los días 27 y 28 de febrero.