El PNV rechaza la oferta del PSE de negociar una reforma del Estatuto

El PSE-EE había propuesto hoy al PNV iniciar un proceso de reforma del Estatuto de autonomía, por los cauces establecidos por la Constitución y el propio Estatuto, pero después de retirar el plan Ibarretxe. La Asamblea del PNV ha decidido esta noche que mantiene el plan Ibarretxe, lo que significa que rechaza la oferta socialista.

Durante la defensa de la enmienda a la totalidad socialista a la propuesta de nuevo estatuto político para Euskadi, el presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, ha dicho que su grupo afronta este debate con un "espíritu realmente constructivo", aunque aclaró que están en "desacuerdo radical y profundo" con el plan Ibarretxe.

Eguiguren ha considerado que esta propuesta es un planteamiento que "pertenece a la política de confrontación, de no diálogo y de la no confianza", por lo que consideró que "no es mucho pedir que se replantee a las circunstancias nuevas" surgidas tras el 14 de marzo. El portavoz ha defendido la propuesta socialista de más Estatuto y ha reconocido que su planteamiento y el de los grupos que apoyan el plan Ibarretxe son de "imposible acuerdo", por lo que había que buscar un "punto intermedio".

Además, ha argumentado que la "única" posibilidad es afrontar una reforma estatutaria y pidió a los grupos que apoyan al Gobierno que "no conviertan su iniciativa en un obstáculo insalvable para la nueva etapa política". Eguiguren ha apelado a los grupos del tripartito para que "reconozcan claramente que están dispuestos a seguir adelante" con su propuesta de nuevo marco político "sin el apoyo de quienes siempre hemos apoyado el Estatuto, pero sí con el apoyo explícito o implícito de los que siempre han estado en contra".

CRÍTICAS AL PLAN IBARRETXE

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Para los socialistas vascos, el plan Ibarretxe "rompe las bases del pacto entre vascos, entre territorios y de los vascos con España" que supuso el Estatuto y, además, supone un "contrafuero" contra los territorios históricos. Eguiguren ha criticado asimismo el procedimiento seguido para presentar esta propuesta, por su "unilateralidad", y ha recalcado que este procedimiento sí que supondría una "carta otorgada y no un estatuto consensuado", utilizando una expresión utilizada por dirigentes nacionalistas.

La respuesta del PNV la ha ofrecido Elixabete Piñol, que ha defendido la propuesta del Gobierno vasco por ser "completamente democrática y con legitimidad jurídica impecable" y ha dicho que lo que pretende es conseguir una "relación de igual a igual entre Euskadi y el Estado". Piñol ha asegurado que el plan Ibarretxe es una "propuesta abierta" y un "primer documento de trabajo, abierto a modificaciones y no un contrato de adhesión".

Por su parte, Rafael Larreina (EA)ha acusado al PSE-EE de utilizar la Constitución como un barricada y una trinchera" en vez de buscar "vías de solución" y le ha ofrecido abrir un nuevo plazo de enmiendas parciales para que los socialistas puedan presentar sus propuestas al plan Ibarretexe, porque "la mayoría de la ciudadanía vasca quiere un nuevo marco jurídico-político".