El juez decreta el secreto de las diligencias abiertas por los supuestos abusos sexuales a menores de un cura en Madrid
Fuentes cercanas al caso denuncian presiones de la Iglesia a la familia
El titular del juzgado de instrucción numero 21 de Madrid ha decretado el secreto de las diligencias abiertas por los abusos sexuales presuntamente cometidos por el sacerdote Rafael Sanz.
El juez tomó esta decisión hace unos días y ha establecido el secreto de la investigación durante un mes. Pasado este mes, el juzgado tendrá que adoptar alguna resolución, o bien abrir juicio oral o bien archivar el caso.
La Fiscalía de Menores pidió hace unas semanas un informe psicológico de las víctimas, dos niños que entonces tenían diez y doce años. Los abusos sexuales consistieron en tocamientos, masturbaciones e incluso penetraciones, según la documentación en poder de la Ser.
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DENUNCIAS DE PRESIONES
Este caso de pederastia que el cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, ocultó. No denunció el presunto delito ante la Justicia, según aseguran los catequistas de la parroquia, que fueron quienes llevaron el asunto a los tribunales ante la pasividad de la Iglesia, que se limitó a trasladar al cura de parroquia y recluirlo en un monasterio.
Fuentes cercanas al caso han asegurado a la Ser que las presiones de la jerarquía eclesiástica sobre los padres de los menores pueden provocar que los niños no lleguen a ratificar los términos de la denuncia presentada por los catequistas y no lleguen a testificar contra el sacerdote.