La población aprovecha la tregua para huir de Faluya

Bagdad

La tregua parcial alcanzada ayer entre la Coalición y los insurgentes de la ciudad de Faluya se ha ampliado hasta el lunes. Será entonces cuando, según uno de los negociadores, sigan las conversaciones para lograr un alto el fuego definitivo. La tregua, respetada durante el domingo por ambas partes, ha sido aprovechada por la población para salir de la ciudad por el temor de nuevos enfrentamientos.

Una calma relativa mezclada con una fuerte tensión reinaba el domingo en Faluja, al oeste de Bagdad, después de la entrada en vigor de un alto el fuego entre marines y rebeldes sunníes, según varios periodistas que entraron en la ciudad.

Las calles principales de la ciudad estaban desiertas, pero algunos hombres armados se desplazaban por las calles laterales. La ciudad ha vivido una semana sangrienta, con más de 600 iraquíes muertos por la ofensiva lanzada por las tropas de Estados Unidos, que buscan a los asesinos de cuatro norteamericanos.

Los periodistas entraron en Faluya con un convoy humanitario de la Media Luna Roja iraquí compuesto por unos veinte vehículos. Estaba cargado con medicamentos y víveres y fue repartido ante una de las mezquitas del centro de la ciudad entre los vecinos.

Los informadores se cruzaron con varios autobuses y minibuses llegados desde Bagdad para evacuar a mujeres y niños aprovechando la tregua. Centenares de personas salieron el domingo de Faluya. Una caravana de vehículos cargados con ancianos, mujeres y niños llegaron a las proximidades de Bagdad, donde fueron recibidos como "héroes" por los habitantes.

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"¿Dónde están los países árabes, dónde está la comunidad internacional, dónde está el Consejo de Gobierno, por qué no condenan esta matanza?", gritaba un airado conductor desde la ventanilla de su automóvil a los micrófonos de la cadena de televisión por satélite qatarí "Al-Yazira".

Añadió que la mayoría de los civiles que tratan de huir de la ciudad lo hacen por caminos secundarios por miedo a las tropas de ocupación y a los combatientes, que ocupan los accesos principales a esta ciudad de 200.000 habitantes en el oeste de Bagdad. En los días pasados, "Estados Unidos disparaba hasta los automóviles en los que trataban de huir los civiles", denunciaba otro conductor.

"Las dos partes han acordado un alto el fuego de 12 horas", declaró Haten al Husseini, un importante responsable del Partido Islámico Iraquí. "Esto permitirá la retirada gradual de las tropas de los marines". Una retirada que por el momento no se ha producido.

Antes del acuerdo, Alaa Makki, un jefe del movimiento suní del Partido Islámico Iraquí, había anunciado que las condiciones de los rebeldes incluían el "repliegue de las fuerzas estadounidenses al desierto que rodea la ciudad". Los insurgentes "no han precisado la distancia de esa retirada pero sería lógico decir que fuera de cinco kilómetros", ha agregado.

"También exigieron que la ciudad se abra a los convoyes de víveres y de medicamentos y que se autorice a la población a enterrar a sus muertos", ha añadido.

PROPUESTA POR ESCRITO

Al mismo tiempo, en Nayaf, la Coalición hizo llegar propuestas escritas al líder radical chií Múqtada al Sáder para poner fin a los enfrentamientos, según uno de los mediadores, Yawad al Maliki, del partido chií Daawa. Maliki asegura que entregó un documento en mano al líder radical chií en el que se "reclama la disolución del Ejército de Mahdi (la milicia de Sáder), el respeto de las instituciones del Estado y de las leyes, la retirada (de milicianos) de edificios públicos y el retorno al orden público".

El mediador ha afirmado que el joven rebelde ha acogido positivamente estas demandas, aunque ha puesto a su vez sus condiciones. Sáder reclama "la retirada de las fuerzas que se disponen a atacar la ciudad de Nayaf, garantías sobre el fin de la campaña de arrestos y la supervisión del eventual acuerdo por las fuerzas patrióticas".