La mitad de los policías iraquíes han desertado

Estados Unidos se enfrenta a la paradoja de estar entrenando a individuos que inmediatamente después luchan con la insurgencia en contra de la ocupación. Las cifras que maneja este país señalan que uno de cada diez miembros de la nueva policía iraquí deserta para combatir con los grupos catalogados como rebeldes.

Según estos datos, cuatro de cada diez de los nuevos agentes abandonan el empleo después de haber recibido entrenamiento, también en muchos casos para colaborar activamente en contra de la ocupación.

El Gobierno de Bush reconoce haber cometido un error al despedir de sus empleos a todos los civiles o militares que pertenecían al partido del derrocado Sadam Husein. Miles de profesores y médicos se quedaron en el paro y con el antiguo ejército desmantelado se creó una bolsa de rencor hacia la coalición. Ahora el Pentágono trata de emplear a algunos de los despedidos para que la mayoría suní no se sienta marginada.

Mientras tanto, el Departamento de Defensa también empieza a pensar en el precio de la ocupación en las condiciones actuales. Los 50.000 presupuestados para el año próximo pueden dispararse si la violencia continua en estos niveles.