Silencio en La Habana tras retirar a los embajadores de México y Perú
El caso mexicano es un hecho sin precedentes en 102 años de relaciones ininterrumpidas
Las autoridades cubanas mantenían un hermético silencio la pasada madrugada después de que México anunciara la retirada de su embajadora, Roberta Lajous, y solicitara la salida del embajador cubano, Jorge Bolaños, en un plazo de 48 horas, un hecho sin precedentes en 102 años de relaciones ininterrumpidas. El Gobierno de Perú, por su parte, decidió disminuir el rango de su representación diplomática en Cuba y trasladar a Lima a su embajador en La Habana, Juan Alvarez Vita.
Ninguna reacción de La Habana se conoció el en telediario nacional nocturno, ni apareció en la página en internet del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba.
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La prensa extranjera acreditada en Cuba se movilizó hacia la residencia de la embajadora Lajous, en el barrio del Miramar, pero la persona que contestó al timbre dijo a la prensa que "la señora no se encuentraba en la residencia". Otro grupo de reporteros permanecía frente a la embajada, en el mismo barrio habanero, pero sin poder contactar con algún funcionario.
En México, el ministro azteca de Asuntos Exteriores, Luis Ernesto Derbez, hizo el doble anuncio de retirada de diplomáticos alegando que "la actitud del Gobierno cubano ha sido de injerencia directa en asuntos que sólo atañen a los mexicanos", y reprobando los términos usados por el presidente cubano Fidel Castro el sábado en un discurso público, al censurar el voto mexicano en favor de una resolución contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Este es el mas grave incidente diplomático entre ambos países desde el 20 de mayo de 1902, cuando establecieron relaciones, el mismo día en que Cuba nació como república. En 1967 ocurrió otro incidente, cuando Cuba denunció que el entonces encargado de prensa de la embajada mexicana en La Habana, Humberto Carrillo Colón era un agente de la norteamericana Agencia Central de Inteligencia (CIA) y realizaba labor de espionaje en la isla.
México fue el único país latinoamericano que no rompió con Cuba en 1962, cuando el resto de las naciones mimebros de la Organización de Estados Americanos (OEA), lo hizo a instancias de Estados Unidos. No obstante, desde la llegada de Vicente Fox a la presidencia, las relaciones comenzaron un rápido declive, hasta llegar ahora a su punto mas bajo.
Durante su discurso del Primero de Mayo, Castro arremetió contra México, Perú y otros países latinoamericanos por votar en contra de la isla en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra, el pasado 19 de abril.
"Duele profundamente que tanto prestigio e influencia ganados en América Latina y en el mundo por su intachable política internacional, emanada de una revolución verdadera y profunda, hayan sido convertidos en cenizas", dijo Castro en alusión a México.
Perú, señaló el líder cubano, "constituye un ejemplo del grado de abyección y dependencia" provocado por las políticas neoliberales. Además, Castro afirmó que el presidente peruano, Alejandro Toledo, conserva solo un 8 por ciento de popularidad y, por lo tanto, "no dirige ni puede dirigir nada".
