Chechenia entierra a su presidente y se prepara para un endurecimiento del conflicto
Unas 3.000 personas asisten a los funerales de Ajmad Kadírov en su ciudad natal mientras el Estado Mayor ruso acusa a los separatistas del asesinato
Moscú
Chechenia ha enterrado esta mañana a su presidente, Ajmad Kadírov, asesinado en el atentado que sembró ayer el terror en Grozni, mientras se prepara para un inminente recrudecimiento de la guerra al perder Moscú a su mano de hierro en la pequeña república independentista. El Estado Mayor ruso ha acusado del magnicidio a un grupo de "terroristas internacionales" -encabezados por el líder de la guerrilla independentista, Shamil Basáyev; y por el presidente separatista checheno, Aslán Masjádov- y a "sus protectores extranjeros".
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Unas 3.000 personas han acudido esta mañana a los funerales del presidente en la aldea de Tsentoroi, el feudo de su clan, situada la región de Kurchalói, al sureste de la república. Conforme a la tradición, sólo los hombres, recitando oraciones musulmanas, han seguido al féretro de Kadírov, cubierto por una larga capa blanca y que ha sido trasladado al cementerio por sus dos hijos, Ramzán y Zelimjan. El presidente interino checheno, Serguei Abramov, y el ministro checheno de Interior, herido en el atentado de Grozni, Alú Aljánov, han acudido también al entierro. Previamente, Abramov ha asumido el cargo y ha presidido una reunión de urgencia centrada en las medidas para reforzar la seguridad y acelerar la investigación, al tiempo que ha nombrado a Ramzán Kadírov viceprimer ministro.
El asesinato de Kadírov deja al Kremlin sin alternativa de poder en la república caucásica, inmersa en un proceso de normalización tras diez años de conflicto y cinco desde el inicio de la segunda guerra chechena. Ante esta situación, el Consejo de Estado de la región ha llamado a los chechenos a unir sus fuerzas contra los asesinos, que "intentan impedir la recuperación" de esta región del Cáucaso Norte. "Aquellos que planearon y cometieron este espantoso crimen han cometido un error. No han intimidado, ni lograrán intimidar al pueblo chechén", señala en un comunicado el Consejo de Estado, que ayer también perdió a su presidente, Husein Isáyev. El Consejo pide además a los jefes de los clanes que unan todas sus fuerzas "contra el terrorismo, mal que afecta a toda humanidad".
DOS ARTEFACTOS BAJO EL PALCO
En cuanto a la autoría del atentado, perpetrado en el estadio Dinamo de Grozni donde Kadírov y la cúpula política y militar chechena asistían a los festejos del Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, hoy se ha producido la primera acusación explícita a los independentistas chechenos, aunque el presidente, Vladimir Putin, dio ayer a entender que los considera responsables. "Este acto terrorista ha sido posible gracias al apoyo financiero ofrecido a los bandidos por organizaciones extremistas internacionales, así como por la complacencia de los gobiernos de algunos países donde los antiguos líderes de Chechenia viven a cara descubierta y desde donde transmiten medios financieros y mercenarios", ha afirmado el Estado Mayor ruso en un comunicado.
En el mismo comunicado, el Estado Mayor proporciona su último balance oficial de víctimas: siete muertos -dos en el acto y cinco en el hospital- y 43 heridos ingresados, de los que 22 han regresado a sus casas. Entre los fallecidos se encuentran un cámara checheno de la agencia Reuters, un niño y dos miembros del servicio de seguridad de Kadírov. Sin embargo, los muertos son hasta 40 y los heridos más de 50, según fuentes periódisticas. Entre los heridos más graves se encuentra el hasta ayer comandante en jefe de las fuerzas rusas en el Cáucaso Norte, Valeri Baránov, que perdió una pierda y que hoy ha recuperado la consciencia.
La Policía chechena ha informado hoy del hallazgo de otras dos bombas formadas por granadas de artillería de grueso calibre, que no llegaron a estallar y que, como el artefacto que sí explosionó, estaban ocultas bajo la grada de autoridades. Por otra parte, el fiscal general adjunto de Rusia, Serguei Fridinski, encargado de la investigación del atentado, ha asegurado esta mañana que no hay ningún sospechoso detenido, en contra de las informaciones dadas ayer por el Ministerio checheno del Interior, que había anunciado el arresto de cinco sospechosos. Mientras tanto, miles de soldados rusos y milicianos locales se han desplegado en las principales carreteras chechenas ante el temor de que los rebeldes lancen una ofensiva cuando aún reina la confusión en esta república.