Reagan recibe en el Capitolio el homenaje de los norteamericanos
El féretro del ex presidente de EEUU estará allí hasta mañana
El féretro con los restos del ex presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, ha quedado instalado esta madrugada (hora española) en el Capitolio, sede del Congreso, para un homenaje nacional, después de una solemne procesión por el centro de Washington.
Cubierto con la bandera estadounidense, el féretro se trasladó del coche fúnebre a un armón de artillería justo frente al jardín sur de la Casa Blanca, para cubrir los últimos 2,4 kilómetros del recorrido.
Más información
La caravana, abierta por los motoristas de la policía local de Washington, continuaba con una hilera de limusinas, en una de las cuales estaba la enlutada Nancy Reagan. La viuda saludaba débilmente con la mano desde la ventana del vehículo mientras recibía aplausos y frases de cariño del público. Una escuadrilla de 21 aviones de combate F-15 realizó un vuelo apenas a 300 metros de altura, y la procesión incluyó también el desfile de unidades militares.
Decenas de miles de personas acudieron a los márgenes de la avenida Constitución, en el céntrico parque del Mall, para presenciar en directo esta procesión. Para muchos estadounidenses, esta ceremonia tiene carácter histórico. Se trata de las primeras exequias de estado que Washington realiza desde la muerte del ex presidente Lyndon B. Johnson, en 1973.
Al llegar al Capitolio, se dispararon salvas de artillería. Después, el féretro de Reagan se instaló en la Rotonda central del edificio que alberga a las dos cámaras del Congreso. Los líderes republicanos del Congreso intervinieron en una ceremonia fúnebre tras la que se abrieron las puertas para la entrada de los ciudadanos que quieran rendir su homenaje al ex presidente, fallecido el sábado pasado a los 93 años en su casa de Los Ángeles, víctima del Alzheimer.
Las autoridades esperan que unas 200.000 personas acudan entre hoy y la mañana del viernes al Capitolio antes de que sea llevado a la Catedral Nacional de Washington, para un funeral de Estado. La caravana cruzará una ciudad fantasma, ya que el Gobierno federal, el Ayuntamiento de Washington, el Servicio de Correos, las escuelas públicas, el Fondo Monetaria Internacional, el Banco Mundial y numerosas empresas han decidido cancelar sus actividades ese día. El funeral será oficiado por el ex senador republicano John Danforth (ahora propuesto como próximo embajador ante la ONU), quien es también pastor episcopaliano.
En la ceremonia hablará el presidente George W. Bush y asistirán numerosas personalidades de la època en que Reagan ocupó la Casa Blanca, entre otros la ex primera ministra británica Margaret Thatcher y el antiguo líder soviético Mijail Gorbachov. A la conclusión del funeral, el cuerpo será trasladado de vuelta a la biblioteca museo Ronald Reagan de Simi Valley, para ser enterrado el mismo viernes con el crepúsculo.




