Sociedad

La UE se enfrenta al reto de la ratificación de la Constitución

Se hará por refrendo o en los parlamentos nacionales

Tras el histórico acuerdo logrado anoche para dotar a Europa de una Constitución, se abre una nueva etapa en la que los líderes de los Veinticinco deberán convencer a sus Parlamentos nacionales y a los ciudadanos de ratificar el Tratado. La tarea no parece fácil en una Europa que registró las tasas más bajas de participación en su historia en las últimas elecciones al Parlamento europeo y donde crece el número de euroescépticos.

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Antes de que pueda entrar en vigor, la Constitución debe ser ratificada por los 25 Estados miembros y algunos países, entre ellos las euroescépticas Gran Bretaña y Dinamarca, han anunciado que la someterán a referéndum. En Dinamarca ya fueron rechazados en dos consultas populares el Tratado de Maastricht que diseñó la unión monetaria y la adopción del euro.

Según el texto de la Constitución, si dos años después de su firma, prevista para dentro de tres meses, 4/5 de los países miembros la hubieran ratificado y uno o varios tuvieran problemas, el Consejo Europeo "tomará conocimiento de la cuestión". De producirse esa situación causaría una grave crisis en la Unión Europea, que podría en última instancia desembocar en la salida de los países reticentes de la UE.

POR CONSULTAS POPULARES O EN LOS PARLAMENTOS

La Constitución ofrece por primera vez a los Estados miembros la posibilidad de abandonar la Unión. El primer ministro británico, Tony Blair, que defiende la

permanencia en la UE, dijo anoche que el acuerdo suponía el nacimiento de una Europa en la que "el Reino Unido podía sentirse cómodo", lejos del federalismo propugnado por Alemania y Francia, en lo que parecía su primer discurso de campaña para el referéndum.

También Bélgica e Irlanda celebrarán consultas populares sobre el Tratado y hay grandes posibilidades de que lo hagan España, Luxemburgo y Holanda. En los demás países la cuestión aún está por decidir, y la principal incógnita es Francia, donde el tratado de Maastricht fue aprobado en un referéndum en 1992 por una exigua mayoría conocida como el "petit oui".

DATOS POSITIVOS EN EL EUROBARÓMETRO

El presidente francés, Jacques Chirac, reacio a convocar el plebiscito, es el que debe decidir en última instancia. Como nota optimista, el último eurobarómetro sobre la Constitución, que data de marzo pasado, mostraba que un 77 por ciento de los europeos estaba a favor de una Carta Magna europea.

El ex presidente francés Valèry Giscard D'Estaing, que encabezó la Convención que redactó el texto de la Constitución, pidió hoy en un comunicado a los líderes políticos europeos que "simplifiquen y expliquen Europa" a los ciudadanos y aprendan de las últimas elecciones europeas en las que la abstención fue de casi el 55 por ciento. Según Giscard, la Constitución "ofrece un marco sólido y legible que las instituciones europeas deberán completar con políticas y resultados que respondan a las expectativas de los ciudadanos".

UNIFICACIÓN LEGAL DE LA UE

La Constitución efectivamente simplifica el gran galimatías europeo, porque sustituye a todos los tratados de la Unión existentes hasta ahora, clarifica los poderes de la Unión y facilita la toma de decisiones, que se había convertido en muy complicada tras la entrada de los diez nuevos socios en mayo pasado.

También el líder del Grupo de los Liberales en el Parlamento Europeo, Graham Watson, calificó hoy el acuerdo de "excelente" y dijo que "Los Gobiernos que lo han aprobado tienen el deber de regresar a casa y vendèrsela a sus ciudadanos".

Mientras, el líder del partido "Europa de las Democracias y las Diferencias" (EDD), que cuenta con 17 de los 732 escaños del nuevo Parlamento salido de las elecciones, declaró hoy que su grupo apoyará la celebración de un referéndum sobre la Constitución en todos los Estados miembros, en una misma fecha. Esta iniciativa ya fue propuesta en mayo pasado por un centenar de miembros de la Convención que redactó el Tratado, para dar mayor legitimidad al texto.