Médicos sin Fronteras alerta de que Sudán es "una bomba de relojería"
Las amenazas de cólera y malaria, las constantes lluvias y la escasez de ayuda humanitaria dificultan la situación en Sudán
La crisis humanitaria que azota Sudán se agrava por momentos. Hoy, la división alemana de la organización no gubernamental Médicos sin Fronteras ha advertido en Berlín de que la situación en la provincia sudanesa occidental de Darfur se ha convertido en una "bomba de relojería" ante la amenaza de epidemias de cólera y malaria en las próximas semanas.
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La temporada de lluvias que se avecina podría ocasionar un "caldo de excrementos" en los campos de refugiados que podría contaminar la poca agua potable de la que disponen los refugiados, según ha explicado la directora de la organización en Alemania, Ulrike von Pilar. Además, es de esperar que la lluvia embarre los caminos y dificulte aún más el suministro de la ayuda humanitaria, añadió.
Ante esta situación, Von Pilar criticó con dureza al ámbito político internacional, a cuyos representantes acusó de haber "ignorado premeditadamente" la gravedad de la situación para no poner en peligro las negociaciones de paz entre el Gobierno sudanés y los rebeldes. Así, la ayuda humanitaria "quizá llegará demasiado tarde" para muchos de los desplazados, agregó.
MÉDICOS SIN FRONTERA EN LA ZONA
Por otra parte, el miembro de la presidencia de la organización Stefan Krieger informó de que el continente africano fue el pasado año el centro de atención de Médicos sin Fronteras. Alrededor del sesenta por ciento de los 18 millones de euros del presupuesto de la división alemana en 2003, procedente en su mayor parte de donaciones, se destinó a proyectos en ese continente, precisó.
Asimismo, Médicos sin Fronteras podría retirarse por completo de Afganistán, donde el año pasado desarrolló su proyecto más caro -1,72 millones de euros-, después de que fueran asesinados ahí cinco cooperantes a principios del pasado mes de junio.