Gades, incinerado según su propio guión
En silencio y privacidad absoluta
Antonio Gades ha sido incinerado hoy en el crematorio de la Almudena de Madrid siguiendo el estricto guión que él dejó marcado antes de morir. En silencio y en la privacidad más absoluta, sin la presencia de su familia y sólo acompañado por miembros del cuerpo diplomático de Cuba, lugar donde se esparcirán sus cenizas.
El bailarín madrileño dictó a su familia un guión detallado de cómo quería que sucediesen las cosas en el momento en que cerrara los ojos. Dictó que en esos momentos, le acompañaran su mujer, Eugenia Eiriz y sus hijos, y sólo unos pocos íntimos amigos; y así ha sido.
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También dejó claro que no quería que nadie lo viese y que la familia se fuera a casa, sin abrir capilla ardiente alguna, y que, ya en su casa, sólo estuviesen sus seres más queridos.
El coche elegido especialmente para la ocasión ha sido de estilo americano con un detalle significativo, cortinas en los lados que hacían imposible ver el interior. El vehículo llegó a gran velocidad para hacer su entrada por la puerta trasera del crematorio, donde otros dos coches con matrícula del cuerpo diplomático cubano esperaban para transportar las cenizas a Cuba donde mañana serán esparcidas.




