Cuatro muertos en un secuestro en la embajada de Chile en Costa Rica
Entre las víctimas se confirma que está el propio secuestrador, que era guardia de seguridad
San José
Cuatro muertos, entre ellos dos funcionarios diplomáticos chilenos, es el resultado de la operación para terminar con la toma de rehenes ocurrida en la embajada de Chile en San José de Costa Rica. El policía que secuestró a nueve funcionarios en la delegación diplomática está entre las víctimas.
El secuestro se inició hacia las 15.40, cuando se oyeron seis disparos en la embajada, donde no se encontraban ni el ministro de Interior, José Miguel Insulza, ni el embajador, Guillermo Yungue, pero sí el primer secretario, Roberto Nieto, el diplomático Cristián Juseff y el jefe de la oficina exportadora Prochile, Leonardo Banda. El resto eran funcionarios administrativos.
"Estamos alerta", señaló entonces la ministra de exteriores chilena, Soledad Alvear, que calificaba la situación de "incomprensible" y confiaba en resolverla de "buena forma".
Al poco tiempo, el policía era identificado como Orlando Jiménez, de 54 años. La causa del secuestro podía ser el enojo de este hombre que llevaba cinco años de servicio en la sede diplomática al enterarse de que sería trasladado. Las peticiones se desconocían, pero las autoridades trataban de negociar. 200 policías se mantenían alertas a las puertas de la embajada, junto a la esposa del secuestrador, que trataba de ejercer de portavoz.
Según informaciones de la televisión costarricense confirmadas por la Cruz Roja Internacional, después de que el policía se negase a negociar, se ha producido un tiroteo en el que han caído Roberto Nieto, primer secretario de la embajada, y Rocío Sariego, también secretaria, presente con motivo del centenario de Pablo Neruda. Tras asesinar a una tercera persona, el polcía se ha quitado la vida.
