Internacional

Bush: "EEUU libra desde el 11-S una guerra contra el terror y el demonio"

EEUU rinde homenaje a las víctimas tres años después del 11-S

EEUU rinde hoy homenaje a los cerca de 3.000 muertos en los atentados del 11 de septiembre de 2001, que marcaron un antes y un después en el país y que ahora, en plena campaña electoral, son la base del compromiso del Gobierno de combatir el terrorismo.

El presidente, George W. Bush, y su esposa, Laura, acudieron a una misa y plegaria a primera hora de la mañana, en recuerdo de todas las personas que, un día como éste, hace tres años, perdieron la vida en los atentados perpetrados en Nueva York y Washington.

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A continuación, y en un día tan especial, Bush optó por dirigirse a todos los estadounidenses en un discurso radiofónico como el que hace todos los sábados, con la diferencia de que esta vez lo hizo en directo. El presidente centró su mensaje en la necesidad de no ceder ante el terrorismo y de mantener la guerra hasta que Estados Unidos sea un país totalmente seguro. "América nunca olvidará a los que cayeron", dijo con semblante serio y acompañado por su esposa, Laura Bush.

RECONOCIMIENTO DEL SACRIFICIO DE LAS FAMILIAS

"Desde ese día, nuestra Nación ha realizado una guerra sin descanso contra el terror y el demonio", aseguró Bush en un mensaje cargado de referencias a las víctimas de los atentados, y en el que anunció la proclamación de los días 10, 11 y 12 de septiembre de este año como "Días nacionales de la oración y del recuerdo".

"Rezamos por los hombres valientes y por las mujeres de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que están sirviendo a nuestro país en el frente de esta guerra. Han respondido a una gran llamada y nuestra Nación está agradecida por su valentía, por su amor al país y por su dedicación al deber", señaló el presidente.

"Reconocemos el sacrificio de las familias de los militares y rezamos por que encuentren consuelo en la fe y en la convicción de que sus seres amados están sirviendo a una causa histórica al defender a nuestro país y al avanzar en la paz y en la libertad en el mundo", continuó Bush.

Al referirse al 11 de septiembre de 2001, aseguró recordar las "imágenes del fuego y el llamamiento final de amor, y la valentía de los rescatadores, que vieron la muerte y que no huyeron". Además, aludió a "las muchas buenas vidas que acabaron muy pronto" y a las "familias dejadas para llevar una carga de tristeza".

El mandatario también guardó un minuto de silencio en los jardines de la Casa Blanca, tal como ha hecho en los anteriores aniversarios del 11-S.

RUMSFELD: "ESTO ES MÁS COMO UNA GUERRA FRÍA"

El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, visitó el cementerio nacional de Arlington, a las afueras de la capital estadounidense, para rendir tributo a los muertos en esos ataques. Ayer, Rumsfeld lanzó un llamamiento a sus compatriotas a mantenerse firmes en el combate contra el fundamentalismo islámico, del que afirmó que será largo y comparable a la Guerra Fría. "Esto es más como la Guerra Fría", afirmó el jefe del Pentágono en un discurso pronunciado ante en el Club Nacional de la Prensa estadounidense. "Es algo que requerirá tiempo. Requerirá perseverancia. La gente tendrá que ser firme", agregó. "Tendremos que decirle a la gente: 'No sean pusilánimes. No crean que pueden hacer la paz por separado. No crean que pueden lograr un acuerdo privado, sea como personas o como país. No se puede. Estamos en esto juntos'", continuó.

El secretario de Estado, Colin Powell, cree que el líder de la organización, Osama bin Laden, sigue vivo y está escondido para evitar ser capturado. Pero al mismo tiempo, Powell y otros responsables del Gobierno recuerdan que ha habido avances, que se han desmantelado santuarios terroristas en Afganistán, que Sadam Husein está entre rejas, y que, en definitiva, el mundo es ahora más seguro que hace tres años.

BUSH SIGUE POR DELANTE EN LAS ENCUESTAS

Es un argumento que favorece a Bush en la recta final de la campaña electoral, ya que las últimas encuestas le otorgan nueve puntos de ventaja sobre su principal rival, el candidato demócrata John Kerry, y siguen mostrando que los votantes lo consideran más capacitado para dirigir la lucha antiterrorista.

El presidente sigue haciendo de la seguridad su principal prioridad, tal como dejó claro este viernes cuando afirmó: "Me levanto cada mañana pensando en cómo proteger mejor nuestro país. Nunca aflojaré a la hora de defender EEUU, haga lo que haga falta". Sus más directos colaboradores mantienen la misma línea, como el vicepresidente, Dick Cheney, quien llegó a decir que una "mala elección" de los estadounidenses en los comicios del 2 de noviembre podría conllevar nuevos atentados. El viernes, Cheney suavizó sus declaraciones y aseguró que, "sea quien sea el elegido como presidente, tiene que prever más ataques".

 
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