Diez detenidos en Elche tras las protesta contra los almacenes chinos
Tres de ellos son menores de edad
El alcalde de Elche, acompañado de representantes políticos, empresariales y sindicales, han dado a conocer un comunicado de condena por los hechos. Centenares de personas atacaron anoche camiones y tiendas propiedad de asiáticos durante una manifestación contra los almacenes de calzado de estos comerciantes.
Diez personas, de los cuales tres son al parecer menores de edad, fueron detenidas a última hora de ayer por su supuesta participación en los disturbios
registrados en el polígono industrial de Carrús, en Elche, durante una manifestación contra los almacenes de calzado asiáticos.
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Según informaron hoy fuentes policiales, la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Elche mantiene destacado en el lugar un dispositivo para evitar más incidentes, mientras que los bomberos trabajan aún en refrescar el interior de dos naves industriales afectadas por el fuego que se propagó desde varios contenedores que habían sido incendiados por los manifestantes.
Los hechos comenzaron sobre las 19.00 horas, cuando varios centenares de personas, al parecer empresarios, almacenistas y trabajadores del calzado, se concentraron en el mencionado polígono para protestar por la presencia de negocios zapateros regentados por ciudadanos de origen de chino.
Los manifestantes quemaron algunos contenedores y la mercancía de un camión y lanzaron piedras contra almacenes asiáticos, al tiempo que profirieron de carácter racista contra sus propietarios. El fuego de uno de estos contenedores afectó a dos naves industriales del lugar, lo que obligó a desplazar al polígono a numerosas dotaciones de Bomberos, que pudieron controlar ambos incendios durante la pasada noche.
Varias decenas de agentes de las Policías Local y Nacional se vieron obligadas a intervenir ante la gran concentración de personas, que llegaron a cortar las calles de Almansa y de la Vall d'Uxó del polígono de Carrús.
Los manifestantes protestaban contra la presencia de los almacenistas y empresarios asiáticos porque entienden que suponen una competencia desleal para el sector, ya que, según sostienen, venden sus productos sin control alguno por parte de la Administración.




