Internacional

El rehén británico logró huir antes de ser atrapado de nuevo y decapitado

Jack Straw, confirmó que el Gobierno había "intercambiado mensajes" con los secuestradores de Bigley en los últimos días

El rehén británico Kenneth Bigley logró escapar brevemente de sus captores antes de ser atrapado y decapitado. Con la ayuda de uno de sus secuestradores, el ingeniero de 62 años consiguió fugarse durante apenas media hora para después ser degollado. El Ministerio británico de Relaciones Exteriores se ha negado a confirmar esta información, de la que se hacen eco diversos medios de comunicación, entre otros la BBC y la cadena Sky News, que citan como fuentes a miembros de la insurgencia iraquí. Mientras, la ciudad de Liverpool guarda hoy luto por la muerte de Bigley, que pasó 23 días secuestrado por extremistas islamistas antes de ser brutalmente asesinado.

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Los primeros apuntan a que Bigley fue degollado el jueves por la tarde en la localidad de Latifiya, al suroeste de Bagdad. Los secuestradores hicieron llegar ayer un vídeo de la ejecución a una televisión de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos. Como en casos anteriores, Bigley vestía el mismo mono color naranja que los prisioneros islamistas que Estados Unidos mantiene en la base de Guantánamo, en Cuba.

En la cinta de vídeo se ve a Bigley "sin afeitar y vestido con un mono de trabajo mientras permanece arrodillado delante de una fila de seis hombres enmascarados vestidos de negro", según The Guardian. Inmediatamente después uno de los extremistas islámicos leyó un comunicado en árabe y dijo que las exigencias de su grupo , Monoteísmo y Yihad, liderado por el jordano Abu Musab Al Zarqaui sobre liberar a todas las mujeres presas en Irak no se habían cumplido.

En realidad se trataba de tan solo dos mujeres, antiguos altos cargos en el régimen de Sadam Husein, cuya puesta en libertad no estaba en manos del Reino Unido. Tras la declaración, el militante saca un cuchillo de su cinturón, mientras otros tres sostienen a Bigley en el suelo, relata el rotativo, que omite el trágico desenlace.

INTERCAMBIO DE MENSAJES

El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, admitió en una rueda de prensa ayer por la noche que el Gobierno había contactado con los secuestradores de Bigley recientemente, pero rehusó dar detalles. Sólo dijo que "hace cuatro días, un individuo se acercó a la embajada británica en Bagdad y se presentó como un intermediario potencial" entre Londres y los captores, según recoge The Guardian.

"Se intercambiaron mensajes con los secuestradores del rehén en un intento por disuadirles de cumplir su amenaza de asesinar a Bigley, pero en ningún momento abandonaron sus demandas sobre la liberación de las mujeres presas, aun cuando se les dijo que no había mujeres prisioneras bajo nuestra custodia en Irak", añadió Straw.

El ministro afirmó que tanto él como el primer ministro, Tony Blair, aprobaron el contenido de los mensajes que Londres envió a los captores y aseguró que no se contradecían con la política del Ejecutivo de no negociar con secuestradores.