"El pepinillo" de Foster gana el mayor premio de arquitectura en el Reino Unido
La decisión del jurado ha sido, por primera vez en la historia, unánime
La torre construida por Norman Foster en plena "City" de Londres, conocida popularmente como "el pepinillo" por su original forma, ha ganado por unanimidad el premio de arquitectura "Stirling", el más importante del Reino Unido.
El prestigioso galardón, dotado con 30.000 euros, fue entregado a sir Norman Foster en una ceremonia celebrada anoche en Londres, a la que acudió acompañado por su esposa, la española Elena Ochoa.
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El conocido arquitecto británico ha ganado este premio, que otorga cada año el Instituto de Arquitectos Británicos (RIBA, en inglés), por un proyecto polémico en su día, pero que ya se ha convertido en uno de los edificios más fotografiados y emblemáticos de la capital.
Al dar a conocer su decisión, tomada por unanimidad por primera vez en la historia de esos premios, el jurado destacó que el rascacielos de Foster es "ya un icono popular".
Su nombre oficial es la torre de Swiss Re, por la reaseguradota suiza que allí tiene su sede, o 30 St Mary Axe, por la dirección en que está emplazada, aunque los londinenses siempre se refieren a ella como "el pepinillo", "el puro" o incluso "el supositorio".
La torre se comenzó a construir hace cuatro años en media hectárea del corazón financiero de Londres, en el lugar donde antes estaba la Bolsa del Báltico, un edificio victoriano que fue objetivo de un atentado del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en 1992.
El original rascacielos, uno de los más altos de Londres, que tiene 40 pisos y 180 metros de altura, es respetuoso con el medio ambiente, pues consume un 50 por ciento menos de energía que un edificio de oficinas tradicional.
Su estructura básica es una rejilla de acero de celdas triangulares, recubierta con vidrio de colores oscuros y claros que crean distintivas espirales ascendentes -especialmente llamativas de noche-, y prácticamente carece de columnas internas.
Tiene capacidad para alojar a 4.000 empleados que, a diferencia de otros muchos rascacielos, pueden abrir las ventanas de la torre y tienen oficinas ordenadas como una espiral, lo que, según su autor, permite una mayor sensación de espacio.