Israel permitirá el entierro de Arafat en la Mukata
Deja en manos de los palestinos la seguridad
El Gobierno de Israel ha aprobado hoy permitir el entierro del presidente Yaser Arafat en las ciudad cisjordana de Ramala. El Gabinete Nacional para Asuntos Políticos y de Seguridad resolvió además dejar el mantenimiento del orden en manos de los organismos palestinos de seguridad.
Estas son dos de cinco resoluciones aprobadas por el Gabinete Nacional para Asuntos Políticos y de Seguridad, cuyos miembros se reunieron después de una consulta del Consejo de Ministros con autoridades de los organismos de seguridad.
Más información
El Gobierno israelí ya ha informado de las decisiones a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), algunos de cuyos funcionarios, que no han querido ser identificados, han señalado que se esperaba esa aprobación para anunciar oficialmente la muerte de Arafat. Los funerales públicos se celebrarán en El Cairo, según un ofrecimiento del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
El Ejército israelí aislará el distrito de Ramala para el caso de que se produjeran disturbios, y controlara el orden y la seguridad fuera del perímetro de la ciudad, situada 16 kilómetros al norte de Jerusalén, según lo aprobado por el Gabinete. También cercará el Ejército algunas ciudades palestinas de Cisjordania, para poder operar en caso de producirse desórdenes.
El Gobierno israelí, según otra de las resoluciones, se compromete a garantizar el orden y facilitar el acceso de personalidades extranjeras que acudan al sepelio en la Mukata. Asimismo, se autorizará a ciudadanos israelíes, árabes y judíos, atravesar los controles militares alrededor de Ramala para participar en el entierro. Los que así lo deseen tendrán que suscribir un formulario por el cual se hacen responsables de su vida al ingresar en ese territorio palestino.
Desde la franja de Gaza sólo podrán llegar a Ramala -lo que deben hacer atravesando territorio israelí-, los legisladores del Parlamento palestino. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, rechazó una propuesta para poner en libertad a presos palestinos como un "gesto de buena voluntad", con el argumento de que "este momento no es para gestos. Ya veremos de hacerlos después, si surge un liderato moderado".