El PP rompe un acuerdo entre partidos y reelige al presidente del Tribunal de Cuentas
El órgano fiscalizador tiene pendiente analizar la gestión de los últimos años de Gobierno popular
El Partido Popular ha impuesto su mayoría en el Tribunal de Cuentas para reelegir al presidente de este órgano fiscalizador del Estado, rompiendo así un acuerdo tácito entre los partidos según el cual la formación que ganase podría elegir presidente de este tribunal, tal y como ocurrió en el 97 cuando el PP ganó las elecciones. La ruptura de ese pacto "no escrito", que ahora el PP no reconoce, se produce cuando el Tribunal tiene pendiente la fiscalización de los últimos años de la gestión popular.
Más información
- El Tribunal de Cuentas reelige a Ubaldo Nieto al romper el PP el pacto sobre la presidencia de la institución
- El Tribunal de Cuentas ordena el embargo de los bienes del presidente del PP en Fuerteventura
- El Tribunal de Cuentas halla irregularidades en la gestión del PP en Ceuta por 81 millones de euros
Ubaldo Nieto, tras su reelección, estrena ya su tercer mandato, del que ha salido elegido sólo con el apoyo de los consejeros del PP y el llamado de consenso, que suele ser sensible a las tesis populares. Hasta ahora, Nieto había ocupado la presidencia del tribunal con los votos de PP y PSOE.
Con la ruptura de ese pacto no escrito, y que permitía al partido que ocupaba La Moncloa ostentar la presidencia del Tribunal de Cuentas, el PP se queda al frente de la institución que debe analizar la gestión de sus últimos años de gobierno.
El PP se reserva también la presidencia de la sección de enjuiciamiento del Tribunal, con lo que se garantiza la mayoría tanto en el pleno del órgano fiscalizador como en su consejo de gobierno. Es decir, las cosas quedan tal y como estaban antes del 14 de marzo.
El PSOE teme que este movimiento pretenda reorientar las tareas del tribunal para fijar su atención sobre la labor del Ejecutivo de Zapatero, dejando de lado las labores aún pendientes sobre los años del PP.
A partir de ahora, los socialistas se plantearán, "en frío" dicen, la estrategia que van a seguir. La principal opción que está sobre la mesa es modificar la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas para poder jubilar a los consejeros de más edad del PP y sustituirlos por otros tantos del PSOE.
