Peter, 'niño soldado': "Nos tatuaron para no poder huir"
Relata su terrible experiencia en Madrid
"Peter. Niño Soldado" relata en primera persona la vida de un niño de doce años obligado a colaborar con el Frente Unido Revolucionario de Sierra Leona (RUF) como esclavo. Es uno de los 300.000 menores que luchan en guerras por todo el mundo y hoy en Madrid ha contado su trágica experiencia.
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Su protagonista, Peter, compareció hoy en Madrid ante los medios de comunicación tras una capucha y unas gafas de sol que trataban de ocultar su verdadera identidad. El es uno de los 300.000 niños que, a diario, luchan en los 30 conflictos armados que hay en el mundo. Cuando cumplió doce años, un grupo armado llegó a su pequeña aldea en Liberia. Peter pudo ver como los paramilitares asesinaban a alguno de sus hermanos, mientras el resto fueron obligados a unirse al Frente Unido Revolucionario.
"Lo primero que hicieron", ha explicado Peter, "fue separarnos, por un lado, los niños y, por el otro, las niñas. A los hombres nos tatuaron las siglas del grupo en el pecho para estar marcados y no poder huir". También explicó que sus hermanas fueron utilizadas como "esclavas sexuales", para lo cual les forzaban a tomar drogas.
Peter relató cómo una mañana sus captores metieron a los niños a la fuerza en un foso oscuro de agua estancada que les cubría hasta el cuello. Allí permanecieron durante tres días sin comida ni contacto humano. Tras numerosas dificultades, Peter logró salir de ese mundo gracias al programa de Cruz Roja para alejar a los niños de esta situación. Hoy trabaja como carpintero, realizando muebles para diversas ONG que operan en su país.
Esta y otras historias de vida sobre las atrocidades a las que fueron sometidos pueden leerse en el libro presentado hoy. Durante el acto, el presidente de Cruz Roja Española, Juan Manuel Suárez del Toro, denunció la "vergonzosa realidad" a la que son sometidos miles de niños en el mundo. "El reclutamiento de niños soldado es uno de los más aberrantes disparates ante el cual no podemos quedarnos indiferentes. La guerra no es un juego para niños", indicó Suárez del Toro. Finalmente, subrayó que "la mejor forma para hacer frente a la violencia es la razón, las palabras y la cultura, y un libro como éste contribuye a este fin".
