Los socialistas franceses votan el futuro de la Constitución con el 'sí' como favorito

El Partido Socialista francés celebra hoy un importante referéndum interno que decidirá su postura respecto a la Constitución europea. Un 'sí' daría un espaldarazo considerable a la ratificación en Francia del Tratado, mientras que la victoria del 'no' pondría en serios aprietos la Carta Magna en el país galo y, por ende, en toda la Unión Europea.

Los últimos sondeos indican que los militantes socialistas se decantarán por el 'sí' al Tratado, después de una áspera campaña que ha dividido a la formación en dos mitades, agrupadas en torno al primer secretario, François Hollande (los del sí) y al ex primer ministro y 'números dos' del partido, Laurent Fabius, feroz partidario de rechazar el Tratado.

Dos socialistas enfrentados por la Constitución han ofrecido sus argumentos en la Cadena SER. Manuel Valls, alcalde de Herví y partidario del 'no', ha explicado que la Constitución "no es capaz de resolver la crisis que vive Europa" porque "el texto mezcla instituciones, valores y políticas económicas". Por el contrario, Anne Hidalgo, alcaldesa adjunta de París y partidaria del 'sí', ha asegurado en la SER que es necesaria "una Europa política y democrática fuerte" y que si los socialistas rechazan hoy el texto se generaría una crisis "que marcaría una parada en la construcción de Europa".

Una encuesta del diario 'Le Figaro' da como claro vencedor al sí, con un 62% de las preferencias de los militantes, por un 26% que votará en contra del texto. Sin embargo, otros sondeos internos publicados en Francia vaticinan un resultado mucho más ajustado.

La derecha gubernamental, por ahora, aprovecha el guirigay interno del Partido Socialista para subrayar que la UMP y la centrista UDF son los únicos partidos alineados sin fisuras en torno al 'sí' a la Constitución. Sin embargo, un 78% de los militantes socialistas agradece la celebración de la votación como un signo de "funcionamiento democrático" de la formación.

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El principal beneficiado si el Partido Socialista elige el 'sí' será el primer secretario, François Hollande, que decidió dirimir sus diferencias con los partidarios del 'no' mediante un voto interno. El líder del centroizquierda intenta así ganar legitimidad para imponerse como candidato natural a las elecciones presidenciales que se celebrarán en 2007.