Cruz Roja denuncia que aún se desconoce cuántos civiles murieron en Faluya

El Ejército estadounidense ha reconocido a la Cruz Roja lo que no ha contado públicamente: que cientos de cadáveres recogidos de la calles de Faluya se amontonan todavía ahora en un antiguo almacén de patatas. EEUU se ha limitado a cifrar en 1.600 los iraquíes muertos por su ofensiva en Faluya.

La Cruz Roja está esperando a que las fuerzas estadounidenses den luz verde para iniciar la labor de identificación de esos cientos de cuerpos y enterrarlos después.

Por el momento, para ir avanzando en la identificación de los muertos, se han distribuido fotografías de los cadáveres entre los 250.000 habitantes de Faluya que ahora viven fuera, en campos de refugiados, a la espera de que el ejército estadounidense les permita regresar a su ciudad.

RIESGO DE EPIDEMIAS

Las fuerzas nortemaericanas aseguran que no les dejan volver porque hay un alto riesgo de epidemias. Aseguran que los perros se han alimentado de los cadáveres abandonados, se teme que porten algún tipo de enfermedad, y por eso los soldados tienen orden de dispersar a los animales de la ciudad.

Cuando se permita la entrada a Faluya de todos los habitantes que huyeron de los ataques estadounidenses, las tropas de ocupación tratarán de tomar huellas dactilares a todos los hombres en edad de luchar.

1.600 INSURGENTES MURIERON

Las cifras oficiales de civiles muertos en Faluya no existen porque Washington solo proporciona el número de insurgentes fallecidos. El Pentágono afirma que 1.600 iraquíes murieron en la ciudad iraquí y que todos, los 1.600, eran insurgentes.

Con respecto a los civiles, guarda silencio. Sin embargo, los testigos dicen haber visto civiles muertos y hay testimonios de supervivientes que han perdido a madres, esposas o hijos.

Por otro lado, hoy en Irak un soldado estadounidense se ha declarado culpable de haber asesinado a un iraquí de 16 años que estaba herido cuando este soldado le disparó.