El secuestro de un dirigente de las FARC abre una nueva crisis entre Colombia y Venezuela
Chávez exige a Colombia disculpas y suspende los acuerdos bilaterales
Las relaciones entre Venezuela y Colombia entraron nuevamente en crisis tras la detención del presunto dirigente de las FARC Rodrigo Granda violando la soberanía venezolana, según Caracas, y de manera legítima, según Bogotá.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sostiene que Granda fue secuestrado en Caracas por guardias venezolanos sobornados por el gobierno colombiano y auxiliados por un policía nacional de Colombia, quien les indicó quien era el objetivo.
Colombia defendió, a través de un comunicado, la utilización de esos mecanismos por entender que están justificados en la lucha contra el terrorismo.
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La polèmica llevó a Chávez a suspender el viernes todos los contactos y acuerdos comerciales con Colombia y a exigir que su gobierno se disculpe públicamente por su participación en el secuestro.
TERRORISTAS Y SOBERANÍA NACIONAL
Colombia señaló que no se excusará y recordó que "las Naciones Unidas prohíben a los países miembros albergar terroristas de manera 'activa o pasiva'".
Venezuela advirtió que cuando fue secuestrado Granda no tenía orden de captura en la policía internacional (Interpol) y por lo tanto gozaba de los derechos inalienables de cualquier ciudadano.
"He leído el comunicado y prácticamente justifican el secuestro de un ciudadano colombiano. Ojalá el presidente de Colombia (Alvaro Uribe) reflexione y no termine apoyando el delito que cometieron aquí", dijo Chávez.
EL CASO DE PEDRO CARMONA
El presidente venezolano recordó que Colombia da refugio a terroristas venezolanos sin que por ello su gobierno se crea legitimado para subvencionar un comando que los capture y los traslade a Venezuela.
Chávez citó el caso de Pedro Carmona, que se autoproclamó presidente de Venezuela en el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y abolió las instituciones democráticas del país en las 27 horas que ocupó el cargo.