Entra en vigor en Inglaterra la ley que ilegaliza pegar fuerte a los niños pero autoriza los bofetones
Unos 50 niños mueren cada año en el Reino Unido a manos de sus progenitores
Pegar a un niño hasta el punto de dejarle alguna marca es considerado a partir de hoy un delito en Inglaterra y Gales, según una controvertida ley que autoriza, no obstante, los bofetones moderados.
Los padres no podrán hacer uso de la fuerza para castigar a sus hijos si èsta es tan violenta que deja señales en el cuerpo, pero podrán asestar alguna que otra bofetada, siempre y cuando no cause "moratones, enrojecimiento o daño mental".
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A pesar de nacer con el objetivo de proteger a los niños de los malos tratos en el hogar, la ley ha suscitado fuertes críticas entre la sociedad británica al entender que, de esta forma, "se confunde" a los padres y se expone a los hijos a "un mayor riesgo de abusos", en palabras de la organización de protección para la infancia NSPCC.
Unos 50 niños mueren cada año en el Reino Unido a manos de sus progenitores, lo que supone una víctima a la semana.
POR UNA PROHIBICIÓN TOTAL
La normativa, aprobada por el Parlamento el pasado noviembre, prevé castigar con penas de hasta cinco años de prisión a los padres que den una paliza a sus hijos, pero a la vez les da autonomía para decidir sobre la conveniencia de un "leve" bofetón.
Durante su votación en la cámara de los Comunes, varios diputados laboristas se rebelaron contra la ley, propuesta por el Gobierno, al exigir que èsta estableciera una prohibición total de la violencia.
La enmienda presentada por esos parlamentarios en nombre de los "derechos fundamentales de los niños" fue rechazada, y en su lugar se aceptó otra del Partido Liberal Demócrata, en la oposición, por la que se autorizan las bofetadas con la condición de que no dejen secuelas físicas ni psíquicas.




