Scilingo se ríe ante el juez y niega su relación con los "vuelos de la muerte"

El ex militar argentino Adolfo Scilingo afirmó hoy que se auto-inculpó ante el juez Baltasar Garzón de unos hechos como los "vuelos de la muerte", en los que aseguró que no participó, para que este magistrado investigara lo que sucedió durante la dictadura argentina (1976-1983).

Así lo aseguró Scilingo ante el tribunal de la Audiencia Nacional que lo juzga por delitos de genocidio, terrorismo y torturas durante la segunda jornada de este juicio y donde el ex militar realiza esta tarde una extensa declaración en una actitud que nada tiene que ver con la postración mostrada durante el primer día de la vista.

"Un montón de disparates"

"Yo dije un montón de disparates, con la idea de que se investigara", aseguró Scilingo, quien incluso explicó que era imposible que hubiera participado en los dos "vuelos de la muerte" de los que está acusado y que fueron cometidos supuestamente en las primeras quincenas de junio y agosto de 1977 cuando estaba en la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA).

En este sentido, explicó que durante la primera quincena de junio se encontraba ingresado en el Hospital Naval Buenos Aires y que en agosto se fue de vacaciones a Bahía Blanca con su familia. El ex militar aseguró que todo esto lo podrá probar cuando se presenten sus pruebas, partes médicos del hospital y los partes diarios de la ESMA, en los que figuran las vacaciones.

Scilingo insistió en que declaró ante Garzón cosas que estaban en la prensa y otras a las que le indujeron sus abogados, todo con el objetivo de que se investigaran los hechos y se "armara el gran lío". "Dije lo que quería decir, no cualquier cosa", recalcó Scilingo, quien afirmó que ante el juez Garzón tenía que auto-inculparse de los vuelos, decir que había participado en secuestros, etcétera, con ese objetivo.

Relató que cuando declaró ante Garzón se puso nervioso y que el magistrado le llevó al despacho de la secretaria y que el juez le dijo que declarara porque estaba imputado y que después se investigaría. Scilingo subrayó que él no era el "genio" de la ESMA sino el jefe de electricidad y que quiere que todo salga a la luz de una vez por todas. Añadió que pensaba que después de su declaración se iba a empezar a solicitar las de otros militares.

De inconsciente a coaccionado

Su actitud es ahora la de colaborar con la Justicia, y además de su actitud, también ha cambiado su salud; de ser el viernes (en la primera sesión del juicio en la Audiencia Nacional) una persona semi-inconsciente, oculta tras sus guantes de lana, hoy ha dicho que está bien, que no va a tener problemas y que en todo caso "tomará un vaso de suero".

Antes ha denunciado ante el tribunal que se siente "preocupado" y "coaccionado" y ha pedido protección para su familia en España y Argentina.