El príncipe Enrique, castigado a trabajar en una granja por disfrazarse de nazi
La Cámara de los Comunes someterá a un riguroso análisis a los asesores de los príncipes
El príncipe Carlos de Inglaterra obligó a su hijo Enrique a trabajar durante unos días en su granja familiar de Highgrove (oeste de Inglaterra) como castigo por acudir disfrazado de nazi a una fiesta de cumpleaños. El príncipe Enrique tuvo que limpiar las pocilgas, ayudar a cuidar el ganado y trabajar en los huertos de zanahorias y cebollas, bajo las instrucciones del encargado de la granja, David Wilson, según asegura hoy el diario sensacionalista "The Sun".
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Con estos "trabajos honestos" el heredero de la Corona británica pretende que su hijo pequeño "siente la cabeza" y deje de causar problemas al tiempo que colabora en labores útiles, afirma el tabloide. Este castigo no ha sido la única consecuencia de la aparición del príncipe disfrazado de nazi, que la semana pasada causó una seria polémica en el Reino Unido y en gran parte del mundo. La Cámara de los Comunes anunció que someterá a un riguroso análisis a los asesores de los príncipes Guillermo y Enrique el próximo mes, según recoge hoy el periódico británico "The Times".
El secretario del príncipe de Gales, sir Michael Peat, explicará en el Comité de Asuntos Públicos cuáles son los procedimientos que la Casa Real sigue a la hora de escoger a las personas encargadas de asesorar a los príncipes. La Cámara de los Comunes también estudiará el uso que el príncipe Carlos hace de los 24.000 euros que el Ducado de Cornwall genera al año para sus gastos, con los que paga, entre otras cosas, a sus 84 empleados y los gastos de oficina de su novia, Camilla Parker Bowles. Las audiencias en la Cámara de los Comunes, que serán televisadas, comenzarán el próximo día 7 de febrero.