La polémica del condón obstaculiza la reelección de Rouco Varela como presidente de los obispos

La situación es muy complicada para Rouco Varela y su entorno de poder. Juan Antonio Martínez Camino, el que fuera durante años el Razinger español, hombre de la máxima confianza del cardenal madrileño, camina estos días en el filo de la navaja. Sus opciones para ser nombrado obispo, un cargo necesario en su puesto de portavoz de la Iglesia, se han volatilizado.

El Vaticano llegó incluso a exigir su destitución el pasado miércoles. Después, la Santa Sede ordenó que se redactara un comunicado rectificando sus palabras sobre el preservativo y puso una condición, debía salir al aire en los informativos de televisión de las 15 horas.

Esa exigencia tampoco se cumplió, un panorama que agrada a los adversarios de Rouco Varela, que debe presentarse a su tercera reelección como presidente del Episcopado a principios de marzo. Necesitará los votos de dos tercios de los prelados y, a día de hoy, no parece que los tenga.

Entre tanto, algunos prelados siguen liando la madeja con palabras como las pronunciadas por monseñor Gea Escolano, obispo de Mondoñedo-Ferrol, que ha acusado al Gobierno de estar fomentando la inmoralidad y pretender que la Conferencia Episcopal Española dé por bueno un estilo de vida que no se ajusta al magisterio de la Iglesia. Sobre el uso del preservativo, ha dicho que la Iglesia lo rechaza porque "es cortar el sentido amoroso que tiene la donación".

En declaraciones a la SER, Gea Escolano recordaba que la doctrina de la Iglesia de que "el uso de la sexualidad esta en función del amor mutuo" y que "el uso del sexo sólo vale cuando es dentro del matrimonio" y siempre y cuando esté "abierto a la vida", es decir, tenga el objetivo de la procreación.