Las fuerzas de seguridad iraquíes están en alerta máxima ante los comicios
Al menos ocho muertos en varios atentados
Las fuerzas de seguridad iraquíes han sido puestas en estado de máxima alerta ante las elecciones del domingo y las medidas de seguridad reforzadas en todo el país para garantizar el normal desarrollo de los comicios. Pese a ello, hoy se han registrado en diferentes partes de Irak atentados y acciones violentas que han dejado al menos ocho muertos, un día después de que las tropas estadounidenses perdiesen a 36 hombres en su día más trágico desde que llegaron a Irak hace casi dos años.
Más información
El atentado más grave se produjo en la ciudad de Mahmudiya (a unos 50 kilómetros al sur de Bagdad), donde la explosión de una bomba mató a cinco personas y dejó a quince más heridas, según la cadena de televisión "Al Yazira". La cadena explicó que la bomba había explotado al paso de un convoy de la Guardia Nacional iraquí en esta conflictiva ciudad donde conviven chiíes y suníes, y que ha sido escenario de numerosos atentados de los insurgentes.
En la ciudad de Baquba, a unos 60 kilómetros al noreste de Bagdad y también escenario de frecuentes ataques insurgentes, un coche bomba que explotó frente a un grupo de agentes de la Guardia Nacional dejó tres muertos, también según esa cadena de televisión.
En las últimas horas se han multiplicado también los ataques sin víctimas contra los colegios electorales, como los registrados en Kirkuk, Beiji, Tikrit y Mosul, ciudades todas ellas de mayoría suní.
Acciones violentas como boicot a las elecciones
Estos atentados son vistos como un mensaje claro de advertencia para que los iraquíes no vayan a votar, en línea con los dos comunicados del grupo del jordano Abu Musab al Zarqaui en los que prometió teñir de sangre la jornada de unos comicios que considera ilegítimos y contrarios al Islam.
Los lugares donde las elecciones pueden encontrarse con más trabas son las regiones suníes del centro y oeste del país, no sólo porque es en ellas donde más violencia se ha registrado, sino porque casi todos los grupos suníes han retirado sus candidaturas o han pedido boicotear los comicios.
El Ministerio iraquí del Interior ha puesto a policías y agentes en estado de máxima alerta y ha decretado medidas como el toque de queda, el cierre de las fronteras y del aeropuerto, así como la limitación del tráfico rodado y la prohibición de portar armas. Las reuniones y concentraciones en torno a los colegios electorales también estarán prohibidas, para evitar que entre los congregados pueda esconderse un potencial terrorista.