Los Príncipes presiden en Morella el funeral por los 18 muertos del albergue

Esta tarde se ha celebrado en Morella el funeral por las 18 personas fallecidas en el albergue de la localidad castellonense de Todolella; por la mañana se realizaron las autopsias. El delegado de Gobierno de la Comunidad, Antonio Bernabé, ha confirmado a la SER que todos los indicios apuntan como causa de las muertes la inhalación de gas provocada por la mala combustión de una de las estufas.

Durante varios minutos, los Príncipes han recorrido los primeros bancos de la iglesia para dar su pésame a familiares de las víctimas. Posteriormente, han saludado a representantes de los gobiernos central y autonómico y de los ayuntamientos más afectados por la tragedia.

Don Felipe y doña Letizia han abandonado después la iglesia arciprestal en un vehículo oficial, y a continuación lo han hecho las principales autoridades presentes en la iglesia, entre ellas la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps.

En el exterior del templo había decenas de personas que han seguido el desarrollo del oficio religioso gracias a los altavoces instalados al efecto.

Minutos antes de la llegada de los Príncipes, un familiar de uno de los fallecidos tuvo que ser evacuada por los servicios sanitarios tras sufrir un desmayo.

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A lo largo de esta tarde se celebran otros seis funerales en diferentes municipios de la provincia de Castellón donde vivían otros de los fallecidos en el suceso.

Silencio y dolor de toda una comarca

La localidad de Todolella, de 146 habitantes sigue conmocionada por la tragedia. Esta mañana, prácticamente ninguno de sus habitantes ha salido a las calles, las casas permanecen cerradas y sólo se oye el ruido de la lluvia, que lleva toda la mañana cayendo de forma intermitente. Un albergue, que hasta ayer era el orgullo de este pequeño pueblo, se ha convertido en el protagonista del peor recuerdo que van a tener sus vecinos.

A las puertas de ese albergue hay estacionados siete coches, que nadie ha recogido todavía. En alguno de los vehículos todavía están los restos del cumpleaños de Bartolomé Meseguer, que ha sido uno de los dos supervivientes de la tragedia y que era el protagonista del cumpleaños que se celebraba en la madrugada del sábado.

Por otra parte, los féretros de las dieciocho personas muertas, de entre 18 y 43 años de edad, se dirigen ya hacia sus lugares de origen, entre escenas de dolor de los familiares. Según la lista oficial de fallecidos, tres de los muertos son naturales de Morella, otros tres de Burriana y también tres de Villafranca del Cid. Dos de las víctimas mortales eran naturales de Vinarós y otras dos de Alquerías del Niño Perdido. El resto eran de Nules, Torrechiva, Valencia, Mula (Murcia) y Aguaviva (Teruel).

Meseguer quería estar entre los muertos

Bartolomé Meseguer, de 50 años, el anfitrión de la fiesta de cumpleaños que se celebraba en el albergue -junto a su novia, los únicos supervivientes de la tragedia- está recibiendo asistencia psicológica y ha manifestado que hubiera deseado estar en la misma habitación que sus amigos fallecidos, según explicó el alcalde de Todolella, Alfredo Querol.

"El hubiera preferido estar en la habitación y siente no haber estado en ella, pero le invitaron a ir a otra y aceptó", explicó el alcalde, quien manifestó que Mesenguer le ha explicado que ahora "no se siente culpable, no siente nada y está flotando, como todos".