Alonso reconoce el aumento de los irregulares que intentan entrar por los Pirineos
No caben controles en una frontera interior de la UE
El ministro de Interior, José Antonio Alonso, reconoció hoy que durante el año pasado se ha observado un "incremento importante" del número de inmigrantes irregulares que pretendían entrar en España por los Pirineos, pero destacó que fueron devueltos a Francia 83.289, un 65 por ciento más que en 2003.
Alonso ofreció este dato en el pleno del Congreso en respuesta a la pregunta que le formuló el diputado de CiU Jordi Xuclá, quien se mostró convencido de que el aumento de entradas por la frontera con Francia, sobre todo en la provincia de Girona, se debe al efecto llamada provocado por el proceso de regularización de trabajadores inmigrantes.
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El ministro apostó por los datos en vez de por las informaciones de prensa, utilizadas por el diputado de CiU en su intervención, y destacó el aumento del número de personas devueltas a Francia gracias a la aplicación del acuerdo de readmisión hispano-francés.
Los Pirineos son una frontera interior de la UE y por ella se permite la libre circulación de personas y mercancías, "por lo que no se establecen controles fronterizos en situaciones de normalidad", recordó tras apuntar que "la inmigración ilegal hay que controlarla tanto en los Pirineos, como en la estación de autobuses de Madrid, en Algeciras y en cualquier sitio del territorio nacional".
