El Barça patina ante el Numancia (1-1)
El Barcelona no fue capaz de ganar en el helado campo del colista y se marcha de Soria con la sensación de que si las Ligas se ganan en estos terrenos de juego, esta noche perdió una porción. Aunque la excusa es fácil (el campo estaba poco menos que impracticable y el esfuerzo reciente ante el Chelsea fue notable), el golpe de mano al campeonato tendrá que esperar. La cota de los diez puntos respecto del Madrid sigue lejana. El Numancia cumplió con la tradición y no se dejó ganar por el Barça. Además, perdieron los equipos de su Liga.
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Se jugó finalmente el partido, pero sobre una pista de patinaje en Los Pajaritos. Entre el hielo, los restos de nieve, la hierba quemada y un balón blanco que se confundía, el encuentro fue un milagro. Pero no de fútbol. De otra cosa. Sostenerse ya era una proeza.
El Barcelona luchaba contra una doble maldición: nunca había ganado en Soria y al Numancia jamás le ganó un líder en Primera. Será por eso que deambuló perdido sobre el terreno de juego, echando en falta a la sección de hockey hielo, ante un Numancia crecido como es costumbre contra los grandes.
Los azulgrana, que vestían con ese traje 'beige' que no firmarían Armani ni Adolfo Domínguez en la vida (antes muertos que sencillos), apenas crearon peligro. Tampoco los del Numancia, que lo fiaban todo a la lucha y a algún balón suelto que enganchara un delantero. Y ahí apareció Juanlu, con una chilena que, cómo es el fútbol, no la firmó Ronaldinho ni Etoo, sino un esforzado del balompié. 1-0 al descanso y miedo escénico que está de vuelta. O la factura de la Champions. De todo un poco. Belletti, con una fuerte contusión, tuvo que abandonar. Entró por él Albertini. Y Oleguer, al lateral diestro.
Reacción del Barça en el segundo tiempo
Reacción temprana del Barça, con el gol de Márquez, que se encuentra pletórico a estas alturas de temporada. Su tanto, a la salida de un córner, le quitó ansiedad al equipo, más conforme con el resultado y con las expectativas de sortear los maleficios. Pero pasaban los minutos (adiós Giuly, lesionado; hola Iniesta) y al Barça no lo salvaba nadie de la mediocridad.
Con la entrada final de Maxi López se buscó otro efecto Chelsea. Pero, aunque destacó escorado por la izquierda en el lugar de Ronaldinho, no tuvo el ángel del gol, lejos de la posición del 9, donde Etoo no paró de resbalarse por la nieve.
El Numancia, entre tanto, aguantó un empate que fue como un triunfo y se dejó la piel incluso en los cinco minutos de prolongación.
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Gol de Juanlu (Numancia,1-Barcelona,0)
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Gol de Márquez (Numancia,1-Barcelona,1)
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