El 'asesino de la baraja', condenado a 142 años y tres meses de prisión
La abogada defensora recurrirá la sentencia al Tribunal Supremo
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 142 años y tres meses de prisión al ex militar Alfredo Galán, el llamado "asesino de la Baraja", por considerarlo autor de seis asesinatos consumados y otros tres en grado de tentativa, todos cometidos en la Comunidad de Madrid entre el 24 de enero y el 18 de marzo de 2003. El fiscal había pedido para Galán 151 años y dos meses de cárcel. La abogada defensora recurrirá la sentencia al Supremo.
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La Sección 16 de la Audiencia madrileña ha notificado hoy a las partes la sentencia, que fija el tiempo máximo de cumplimiento de la condena en 25 años e indica que Galán es autor de un delito de allanamiento de morada en concurso con otro de asesinato, de 5 asesinatos y 3 en grado de tentativa con la atenuante de confesión, así como de tenencia ilícita de armas. Establece, además, que el condenado indemnice a los familiares de las víctimas y a los heridos con sumas de hasta 773.435 euros, de las que el Estado no es responsable civil subsidiario.
Además, acuerda que los beneficios penitenciarios, los permisos de salida, la clasificación de tercer grado y el computo del tiempo para la libertad condicional se refieran a la totalidad de las penas impuestas, "atendiendo al manifiesto desprecio a la vida humana que su conducta ha demostrado y la alarma social y desasosiego que los hechos produjeron en su momento". La abogada defensora, Helena Echevarri, anunció que recurrirá la sentencia al Tribunal Supremo. Los familiares de las víctimas y los supervivientes están satisfechos con la condena.
Las víctimas
La Sala considera probado que Galán en la mañana del 24 de enero de 2003 salió de su domicilio de Alcalá de Henares y se dirigió en su vehículo al centro de Madrid "con la idea de que si encontraba una condición favorable mataría a una persona". Así, vio a una cartera que le pareció "buena víctima", pero no le disparó "por no introducirse dentro de algún inmueble" y entró en casa del portero de una finca de la calle de Alonso Cano de Madrid, Juan Francisco L. -quien se encontraba con su hijo de 2 años-, le obligó a arrodillarse y, tras un intento fallido, le disparó en la cabeza, causándole la muerte.
Sobre las 1.45 horas del 5 de febrero de 2003 salió de su domicilio con su vehículo, "a fin de localizar a una o varias personas para matarlas", y se encontró en una parada de autobús de la Alameda de Osuna a Juan Carlos M.E., a quien le dijo que se pusiera de rodillas y le mató al dispararle. Ese mismo día, también asesinó a Mikel J.S. y Juana Dolores U.L. en el bar "Rojas" de Alcalá de Henares. En ese establecimiento hirió a la dueña del local y madre de
Mikel, T.S.G.
El 7 de marzo en Tres Cantos disparó a S.E.S.E., quien resultó herido, y trató de hacerlo contra una amiga suya, pero se le encasquilló el arma. Galán también asesinó el 18 de marzo de 2003 en Arganda del Rey a los rumanos Gheorghie M. y Doina M. Sobre el cuerpo de cuatro de las víctimas, depositó los naipes as, dos, tres y cuatro de copas, marcados los tres últimos con un punto azul en el reverso de las cartas.
Sin patología psiquiátrica
La sentencia recuerda que, según los forenses que examinaron en su día a Galán, éste "no tiene patología psiquiátrica". El ex militar el 3 de julio de 2003 se entregó a la Policía Local de Puertollano (Ciudad Real) y se inculpó de los crímenes atribuidos al "asesino de la baraja", pero posteriormente se retractó y en el juicio se negó a declarar. La Sala señala que como elemento de prueba directa se cuenta con la confesión de Galán, quien ofreció detalles de los crímenes que no constaban en los atestados instruidos y que se corroboran con los informes de autopsia de los cadáveres.