Dezcallar asegura que el CNI pidió a Interior que detuviera a Lamari
Explica que el comunicado del 13 de marzo no fue un desmentido a la Cadena SER
Madrid
El ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, asegura en una entrevista que hoy publica el diario 'El País' que en los días previos a los atentados de Madrid lanzaron sin éxito una alarma desesperada para que se capturase a Alekema Lamari, el séptimo suicida de Leganés. Sobre el comunicado del CNI del 13 de marzo, Dezcallar dice que no fue un desmentido a la Cadena SER, sino una matización y que, a pesar de que se había reunido con el entonces ministro Acebes, el responsable del Interior no le había informado de que había cinco detenidos.
Más información
Nadie informó al entonces director del CNI de las primeras detenciones de islamistas, que se produjeron a primera hora de la tarde del día después de los atentados. A la pregunta de por qué no se lo dijo Acebes si se reunió con él después de las dentenciones, su respuesta textual a 'El País' es "prefiero no responder".
Sobre el momento en el que el CNI se incorporó a la investigación, ha sido más concreto. Los servicios de inteligencia se unen a la investigación el día 16, cinco días después de los atentados. Según su testimonio, nadie les convocó y si fueron a esa reunión es porque lo pidió el propio Centro de Inteligencia.
A la pregunta de las presiones que tuvo el día 13 para desmentir a la Cadena SER cuando informaba de que "el CNI trabajaba al 99%" en la autoría islamista, Dezcallar dice: "Hice una matización más que un desmentido que tuvo la virtud de no agradar a nadie".
También se ha referido a los días previos al 11-M. Cuenta en el diario que el CNI pidió repetidamente a Interior la búsqueda de Alekema Lamari, que resultó ser el sépitmo suicida de Leganés sin que le hicieran demasiado caso. Para ellos, Lamari era una "obsesión", un hombre que se había fanatizado en la cárcel, que estaba en libertad por error judicial y capaz de cualquiera barbaridad. Dice Dezcallar que los hecho han demostrado que tenían razón, pero no sirve de consuelo porque no fueron capaces de evitar el inmenso dolor de las víctimas del 11-M.