La Policía preguntó por uno de los suicidas de Leganés el mismo 11-M
Un testigo protegido asegura que avisó a la policía del atentado en las navidades de 2003
Madrid
Según la declaración ante el juez de uno de los imputados por el 11-M, Jaouad el Bouzrouti, el mismo 11 de marzo, el mismo día del atentado, la policía estuvo en su casa para preguntarle por Alekemema Lamari, el terrorista argelino que días después se suicido en Leganés. El juez ha hecho un nuevo levatamiento de secreto de 35 de los 120 tomos del sumario del caso, y en él se recoge el testimonio de un testigo protegido que asegura que alguien le confesó, cuatro meses antes de la masacre, que estaban preparando un atentado y que las bombas iban a estallar en trenes españoles.
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Según este imputado, la policía le dijo que seguía su pista desde hace meses porque le habían visto en un coche con Alekema Lamari. Bouzrouti llevaba residiendo dos años en la localidad madrileña de Fuenlabrada y frecuentaba la mezquita de Leganés con varios de los autores materiales del 11-M. Además era amigo de dos terroristas islamistas huidos tras los atentados.
La fecha y el modo
La segunda idea que se extrae de los 35 tomos contradice también la tesis que el ministerio de Interior de Acebes defendió hasta el final.
Según las declaraciones de varios de los imputados, en concreto cuatro de ellos, la fecha del atentado y el modus operandi se fijó entre agosto y septiembre del 2003, muchos meses antes de la convocatoria electoral. Por ejemplo, según la declaración uno de los imputados, Abderraman Hammadi, los autores materiales del 11-M sabían ya en octubre que el atentado iba a ser en Madrid y que las bombas se iban a colocar en un medio de transporte público y ferroviario.
Un testigo advirtió en navidades del 2003 de la masacre
Hay otro dato muy importante que aporta en su declaración un testigo protegido, que asegura que en las navidades del 2003, cuatro meses antes del atentado, alguien le confesó que estaban preparando un atentado y que las bombas iban a estallar en trenes españoles.
En su declaración, el testigo protegido asegura que llamó a Unidad Central de Información Exterior de la Policía para darles el mensaje pero que "nadie le hizo caso". Según este testigo, después del atentado volvió a llamar a la Policía para advertirles de que uno de los detenidos era la persona que en navidades le había confesado que iba a poner bombas en unos trenes.
Una bomba para un portero de discoteca
Hay mas detalles sobre cómo actuaron los colaboradores de los atentados de Madrid. Entre ellos, el confidente Rafa Zouhier.
Según las declaraciones recogidas entre los acusados, Zouhier les enseñó en más de una ocasión una metralleta similar a las que se encontraron en el piso donde se suicidaron los terroristas de Leganés y a la que portó el terrorista que reivindicó el atentado del 11-M en un video que se encontró en la mezquita de la M-30.
Según los acusados, Zouhier quería matar con esta metralleta o con una bomba a un portero de una discoteca de Madrid con el que había discutido.