Los Comunes reconocen que la coalición no estaba preparada para enfrentarse a la insurgencia iraquí
Las tropas británicas no podrán abandonar Irak hasta el 2006
La Comisión de Defensa de la Cámara de los Comunes del Reino Unido ha aprobado hoy un informe sobre la posguerra iraquí. Los diputados británicos tienen claro que sus tropas no podrán abandonar Irak hasta el 2006, ni siquiera reducir el número de efectivos, que ahora son 8.000. Ese comité reprocha al gobierno de Blair y a los mandos de la coalición que cometieron un grave error al valorar el proceso que se abría tras el final de la guerra y la respuesta de los iraquíes.
La Comisión denunció una serie de "fallos y juicios erróneos" cometidos por la coalición que invadió Irak en marzo de 2003, liderada por Estados Unidos y el Reino Unido.
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Las tropas británicas no estaban preparadas para hacer frente a la insurgencia, según los diputados, mientras el Gobierno debería haberse percatado de que su presencia en el país iba a ser interpretada por algunos iraquíes como "imperialismo cultural y económico".
El informe parlamentario apunta a que la coalición tuvo que haber priorizado el establecimiento de las fuerzas de seguridad nacionales antes e inmediatamente después de la invasión, en vez de perderse en la "indecisión" y las reformas "a corto plazo".
Deploraron además el fracaso de las tropas para tomar el control de los depósitos de armas pequeñas repartidos por el país y que se han convertido en un recurso clave para los insurgentes para fabricar explosivos.
Todos esos errores, según los diputados, obligaron a las fuerzas británicas a encargarse de tareas que van más allá de lo esperado en una operación militar, por lo que el Gobierno iraquí espera ahora que las tropas acaben el trabajo, esto es, que se queden hasta que los iraquíes puedan hacerse cargo del control de la seguridad.
La Comisión opinó, por lo tanto, que todos los llamamientos para la retirada de los soldados británicos de Irak son "prematuros".
El informe parlamentario se divulga en un momento en que vuelven a quedar en entredicho las razones por las que el Gobierno de Tony Blair fue a la guerra contra Irak.