Maragall reconoce que su propuesta de financiación "no es la luna pero está muy cerca"

El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, tendió hoy la mano a CiU para negociar la propuesta de reforma de financiación presentada por el Gobierno tripartito y que consideró como "formidable" y "la mejor propuesta que ha hecho nunca Catalunya" sobre esta materia. Maragall aseguró que es una "oferta para negociar", -"no es la luna pero está muy cerca", dijo- y admitió que "algunos de los aspectos" se podrían negociar: "si vamos hacia adelante 'miel sobre hojuelas', como dirían en Madrid, pero si vamos hacia atrás, mal. Intentaremos evitarlo", señaló en referencia a la negociación con Madrid.

En la sesión de control parlamentario, Maragall aseguró que la propuesta del tripartito rondaría "como mínimo" los 2.400 millones de euros extras, aunque puntualizó inmediatamente rechazando "tomar ningún tipo de compromiso" sobre cantidades. En cualquier caso, sí sostuvo que el último acuerdo de financiación negociado entre CiU y el PP supuso "una ínfima parte de lo que nos hace falta".

Por ello, agradeció la "disponibilidad" al diálogo manifestada por el presidente de CiU, Artur Mas, durante su intervención en la sesión. Para Maragall, "si alguna cosa tenemos que hacer en este momento es no pecar por exceso de ambición, pero sobre todo no pecar por falta de ambición. A nuestro Gobierno esta ambición no nos faltará", añadió.

Maragall recordó a instancias de Mas el compromiso del Gobierno central, Josè Luis Rodríguez Zapatero, de aceptar el Estatut que apruebe el Parlament, incluyendo las bases del sistema de financiación, y aseguró que "no tenemos ningún tipo de duda" sobre la disposición del presidente. Añadió que Zapatero ha manifestado en reiteradas ocasiones su compromiso "sin ningún tipo de condición", aunque admitió que "veremos los resultados al final".

Por contra, Mas citó las últimas declaraciones del ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, como del ministro de Economía, Pedro Solbes, que hoy mismo situaba la reforma de la financiación en una negociación conjunta con el resto de comunidades autónomas, así como al propio Zapatero que "avala ese planteamiento". Es para preocuparse", dijo Mas.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

No obstante, el presidente de CiU quiso dejar clara la disponibilidad de CiU a negociar en el Parlament, aunque ya advirtió que el tripartito debería "ser consciente de que se tendrán que mover al alza", más aún cuando "los nacionalistas somos mayoría" ante un "cambio de sistema". Mas tambièn se sumó a los llamamientos de Maragall a la unidad, aunque reclamó la misma unidad tambièn para "exigir a Zapatero que cumpla sus compromisos con Catalunya".

Reacciones ponderadas en Madrid

El encargado de responder a las declaraciones procedentes de Madrid sobre la propuesta de reforma de financiación del tripartito fue el conseller de Economía y Finanzas, Antoni Castells, que consideró "ponderadas" las reacciones de Solbes y Zapatero. El conseller admitió que la propuesta del Gobierno catalán "no será fácil de sacar adelante" y auguró "negociaciones complejas".

Aún así, consideró "razonable" que Zapatero recuerde que hay aspectos de la financiación que requieren de un acuerdo global" y quiso subrayar la "coincidencia amplísima" con el presidente del Gobierno en "su concepción de Estado" y por las "novedosas" declaraciones en las que admitía la necesidad de una reforma en la financiación de Catalunya.

Por su parte, el portavoz parlamentario de ERC, Joan Ridao, trasladó al hemiciclo la "inquietud" de su grupo por el "antagonismo creciente entre CiU y PSC, que se responsabilizan mutuamente de querer el fracaso del Estatut". Ridao trasladó a Maragall "la obligación de clarificar el panorama político en Catalunya" y "liderar y propiciar un entendimiento entre las fuerzas políticas catalanas" para que Estatut y financiación "lleguen a buen puerto".

"ERC ya ha hecho su trabajo como locomotora del autogobierno", dijo, y preguntó si CiU "está dispuesta a abandonar la tradición del centro-derecha catalanista" y el PSC "a exigir a Zapatero si está dispuesto a ser federal o no". La pretensión de ERC, según Ridao, es que Maragall "trace una raya entre los que queremos avanzar con un Estatut ambicioso y los que se quieren estrellar".