En libertad el hombre detenido en Cádiz al comprobarse que los restos hallados en su casa no son humanos
Las 14 piezas encontradas por el forense hicieron pensar que podrían ser restos de 'homo sapiens'
Antonio R., detenido el pasado martes después de que la Policía encontrase bajo su vivienda en Cádiz restos óseos, quedó hoy en libertad al determinar la Policía Científica que los restos no eran humanos y que no pertenecían a su ex mujer, desaparecida desde hace doce años.
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En una multitudinaria rueda de prensa, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Sebastián Saucedo, y el Comisario Jefe Provincial, José María Deira, explicaron a los periodistas que ha sido la "casualidad" la que llevó a pensar que los restos podrían pertenecer a Mercedes G.V., ya que la denuncia de una señora anónima fue la que llevó a la Policía a investigar su desaparición y hacer un registro de la vivienda que compartía con su ex marido, Antonio R.
El hombre conocido como "El Tete" ha quedado en libertad después de prestar declaración ante la autoridad judicial, que reclamó su presencia "porque tendrá que explicar porqué no denunció la desaparición de su mujer", indicó el Comisario Provincial.
Según se puso de manifiesto en la rueda de prensa, los restos hallados bajo la arqueta del subsuelo de la vivienda conyugal en la avenida Guadalquivir de la capital gaditana podrían haber sido "arrastrados" hasta allí junto a los restos de arena utilizados para realizar una obra de adecuación del edificio.
Las 14 piezas óseas encontradas por el forense, y especialmente una vértebra, hicieron pensar en principio que podrían ser restos humanos "aunque las de cerdo son muy similares", pero tras un análisis microscópico y con reflectantes fluorescentes se determinó que efectivamente no pertenecían a un 'homo sapiens'. Aún así, la investigación policial continúa abierta porque Mercedes G.V., nacida hace 44 años, continúa desaparecida desde 1994.
Según el relato policial realizado hoy sobre el caso, Mercedes ingresó ese año en un centro de desintoxicación sevillano "y ahí se perdió su pista", aunque meses más tarde sus hermanas recibieron una carta suya y se habla de que un año después se dejó ver por Cádiz.
Su pareja sentimental, "El Tete", no denunció entonces su desaparición ante las autoridades pero sí lo hizo por abandono familiar con el objeto de obtener la patria potestad de sus cinco hijos.
Desde entonces, la Policía ha realizado gestiones para localizarla a través de la Interpol, cotejando los cadáveres sin identificar que se han ido encontrando o comprobando si había sido atendida en algún centro sanitario o si había realizado alguna transferencia bancaria.
A instancias de la Policía, la familia decidió presentar en noviembre de 2004 una denuncia por su desaparición y, tras la denuncia anónima, el juez ordenó que se registre la vivienda que había compartido con su familia, "donde se comprobó que existía un hueco en el suelo lo suficientemente grande como para ocultar un cuerpo".
El "exhaustivo" registro de 700 metros cuadrados en el edificio, "con objeto de extremar la investigación", fue en vano, ya que no apareció ningún resto más que pudiera relacionarse con el suceso, que ha tenido en vilo durante dos días a toda la ciudad y del que han surgido teorías de todo tipo debido a lo llamativo de la historia.




