Zapatero e Ibarretxe coinciden en abrir una nueva etapa política

El clima de la reunión de hoy entre el presidente del Gobierno y el lehendakari en funciones ha sido cordial y el lehendakari ha tenido una actitud menos reivindicativa que en la reunión anterior; prueba de ello es que no han tocado el Plan Ibarretxe, según fuentes de Moncloa. El comunicado de Moncloa señala que Zapatero ha exigido a Ibarretxe "lealtad" y "diálogo" y la presidencia del Gobierno vasco ha hecho público también su comunicado en el que se asegura que Ibarretxe ha trasladado a Zapatero su "compromiso y su voluntad para impulsar un clima de diálogo y entendimiento que haga posible la consecución de la paz". Ambos coinciden en que se ha abierto un nuevo tiempo para "encauzar el futuro".

Fuentes del Ejecutivo informaron de esa coincidencia en los planteamientos expuestos por ambos en la reunión de dos horas que mantuvieron en el Palacio de la Moncloa.

El comunicado oficial de Moncloa subraya que Zapatero expresó su deseo de avanzar en el autogobierno de Euskadi y de que cualquier reforma estatutaria cuente con el máximo respaldo de las fuerzas políticas presentes en el Parlamento vasco.

Consenso, colaboración y víctimas

Ese consenso es considerado como "algo fundamental para conseguir ese marco de paz y de convivencia que todos los demócratas desean para Euskadi". Zapatero le solicitó la "máxima lealtad institucional para seguir trabajando y alcanzar los mejores niveles de convivencia entre todos los vascos".

También ve esencial que el Gobierno cuente con "la máxima ayuda y colaboración del futuro Ejecutivo vasco en dos ámbitos importantes: la lucha contra la violencia y los violentos y el respaldo a las víctimas del terrorismo, que siempre -añade el comunicado- tienen que ser objeto de especial atención por parte de los poderes públicos".

Otra cuestión que, según las fuentes del Gobierno, no formó parte de la agenda de la entrevista, fue la reunión que mantuvo Ibarretxe el pasado martes con los dirigentes de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi y Pernando Barrena, aunque sí trataron el estado actual de ETA.

Dos horas de entrevista

El encuentro ha durado aproximadamente dos horas y al término del mismo -como se había anunciado- no se han producido declaraciones, como estaba anunciando, lo que ha provocado las críticas de la oposción que han tildado la conversación de oscura y "a escondidas".

Ibarretxe ha explicado las razones del silencio en su comunicado: "Nos encontramos ante un momento importante y ante una oportunidad", afirma. "La sociedad reclama a los responsables políticos responsabilidad para solucionar los problemas y no desea que permanentemente se generen falsas expectativas y polémicas estériles que no conducen a ninguna parte".

En la reunión, según la Presidencia vasca, el lehendakari en funciones ha querido transmitir "como fruto del encuentro un mensaje de serenidad a la sociedad vasca, porque nos hallamos ante una oportunidad que no podemos desaprovechar".

Un futuro de paz

"Ibarretxe manifiesta igualmente su compromiso de que esta primera reunión sea el prólogo de un proceso y de otros muchos encuentros que consoliden, sin prisas pero sin pausas, un futuro en el que la paz sea un objetivo noble y posible, así como un futuro de convivencia normalizada desde el punto de vista político, fruto del respeto, la participación, el diálogo y el acuerdo entre las fuerzas políticas que representan a los ciudadanos", prosigue la nota oficial.

Fuentes del Gobierno vasco destacan que sólo la reunión de hoy era impensable hace meses.