El Gobierno enfrenta dividido la posible regulación de la prostitución

El Ejecutivo quiere afrontar el problema de la prostitución, pero no sabe cómo. En la jornada "Derechos de ciudadanía para trabajadoras y trabajadores del sexo", organizada por CCOO, la secretaria general de Política de Igualdad, Soledad Murillo, ha reconocido que el Gobierno se enfrenta dividido a la posible regulación de la prostitución. En cambio, CCOO defiende el reconocimiento del carácter laboral de la prostitución.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no sabe cómo abordar la prostitución; no sabe si optar por el modelo abolicionista sueco o por el reglamentarista holandés. La secretaria general de Política de Igualdad anuncia que se adoptarán medidas de protección a las mujeres y que se abrirá un debate serio después de la aprobación de la Ley de Igualdad.

Sin embargo, Soledad Murillo admite que ni siquiera en el Ejecutivo hay consenso; hay miembros favorables a la legalización y otros no. Desde luego, la secretaria general de Política de Igualdad no considera la prostitución un trabajo, está en contra de la regularización y también rechaza la reivindicación de CCOO de reconocer derechos laborales a las trabajadoras del sexo.

Tampoco hay consenso social. En la inauguración del acto de CCOO, y durante la intervención de José María Fidalgo, algunas feministas pidieron la abolición y protestaron con carteles por la postura del sindicato que consideran favorable a la regularizacion.

Sólo dos de cada cien prostitutas que trabajan en nuestro país son de nacionalidad española, según los datos aportados por la secretaria de la Mujer de CCOO, Carmen Bravo.

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Con la organización de esta jornada,CCOO pretende "propiciar el debate y la participación para diseñar un itinerario que nos conduzca al reconocimiento de derechos y libertades para quienes ejercen la prostitución, así como también, denunciar el tráfico de personas con fines de explotación", explicó la dirigente sindical.