Zapatero cree que en los próximos meses habrá acuerdo sobre los presupuestos de la UE

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se negó hoy a ver la falta de acuerdo sobre el presupuesto comunitario como un problema "casi sin solución" y se negó a hablar de crisis para la UE. "No ha podido ser a la primera", dijo tras finalizar el Consejo Europeo sin acuerdo sobre el presupuesto 2007-2013. Así, se mostró confiado en que en los próximos meses se cierre un acuerdo al respecto, antes de que las estadísticas perjudiquen a España. Explicó que rechazó la última propuesta presupuestaria de la presidencia luxemburguesa de la UE porque para España no era "satisfactoria" ni "razonable".

A España le convenía que se hubiera aprobado el presupuesto ahora, porque las cuentas se estaban proyectando con datos estadísticos antiguos. Pero en la próxima discusión presupuestaria se tendrán en cuenta los nuevos datos del INE que demuestran cómo la situación económica de nuestro país ha mejorado. Con esos nuevos datos, Galicia y Castilla-La Mancha podrían quedarse sin fondos de cohesión, aunque Andalucía y Extremadura los conservarían.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, lamentó hoy que no haya sido posible alcanzar un acuerdo sobre el marco financiero de la Unión Europea en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, pero recalcó que "siempre es mejor volver sin acuerdo que con un mal acuerdo que perjudique los intereses de España".

La propuesta hecha a Zapatero ofrecía a España cuatro años más de fondos de cohesión, frente a los dos de la oferta anterior, e incrementaba las ayudas por este concepto de 2.000 a 2.800 millones de euros, de los que 1.200 millones corresponderían a 2007, 850 millones a 2008, 500 millones a 2009 y 250 millones a 2010. Asimismo, el desarrollo de la propuesta suponía que el saldo neto de España con la UE para el nuevo septenio se situaría en 4.738 millones de euros, por debajo de los 5.000 millones que ofreció en su día la Comisión Europea y que el Gobierno de Zapatero siempre había considerado un volumen insuficiente, según indicaron fuentes de la delegación española.

Pese a juzgar "excesivo" el recorte del saldo que planteaba esta iniciativa para España, el jefe del Ejecutivo valoró la actitud positiva que mostraron los países de la ampliación en un último intento de favorecer el consenso y, según recalcó, se mostró dispuesto "a seguir negociando". Sin embargo, a su juicio, las posibilidades de acuerdo se frustraron porque "otros países" dijeron "que se había acabado el tiempo" y se negaron a continuar la negociación, precisó Rodríguez Zapatero, quien evitó citar expresamente al Reino Unido o a Holanda y se limitó a constatar que en el Consejo se había planteado "alguna posición irreductible".

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Críticas al método

Zapatero, que consideró prematura la reforma del gasto de la Unión que propone el Reino Unido, criticó el "método" empleado para abordar esta fallida negociación. Además de un "clima general" que no facilitaba "el consenso mínimo imprescindible", el jefe del Ejecutivo español atribuyó también el fracaso al "método de aproximación a la negociación", que no permitió constatar la firmeza de algunos países y que, a su juicio, deberá mejorar y ofrecer condiciones que favorezcan la cohesión en materia de investigación, desarrollo e innovación.

Rodríguez Zapatero, que destacó en todo caso lo "especialmente complicado" que resultaba acordar un proyecto presupuestario para siete años entre 27 países, se comprometió a mantener la misma posición "constructiva" cuando se reabran las negociaciones y apeló a la responsabilidad que debe asumir la presidencia británica de la UE que comienza el 1 de julio para promover un nuevo intento.