Zapatero dice que el fracaso de la UE se debe a "problemas de fondo de hace años"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó hoy ante el Congreso que el fracaso del último Consejo Europeo "no puede llevarnos a la desesperanza ni condenarnos a la inanición", y aseguró que "ahora podremos trabajar sobre bases más solidas, conociendo mejor nuestros márgenes". Zapatero, en su intervención ante el pleno de la Cámara para informar de la Cumbre de Bruselas, consideró que el fracaso de esa cumbre se debe a "problemas de fondo de hace años". Rajoy le ha reprochado su falta de influencia en la cumbre y ha considerado su presencia "irrelevante".

Según el presidente, lo ocurrido en Bruselas "pone de manifiesto que existen problemas de fondo que vienen desde hace años y ante los cuales no se ha podido dar una respuesta común y eficaz".

Para el jefe del Ejecutivo, los "serios problemas" que hoy afronta la UE son el impacto de la ampliación, en un contexto económico adverso, y el cuestionamiento del modelo presupuestario.

Pese a lo ocurrido en Bruselas, Zapatero opina que el debate "ha sido clarificador de las posiciones y dificultades" de los diversos Estados de la UE e ilustrativo sobre "el punto del que realmente partimos", y por ello "ahora podremos trabajar sobre bases más sólidas, al conocer mejor de antemano nuestros márgenes y nuestras bases de actuación".

Rajoy: "Su presencia ha sido irrelevante"

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En su turno de intervención, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, reprochó a Zapatero su falta de influencia en la cumbre y tildó su presencia de "irrelevante".

"El Consejo Europeo ha sido un chasco para la Constitución, para el Presupuesto, para la ampliación, para el proyecto europeo en su conjunto y también para España", afirmó Rajoy ante el pleno de la Cámara Baja. El líder de los 'populares' no quiso atribuir a Zapatero responsabilidad alguna en ello ya que, en su opinión, nada de lo ocurrido en la cumbre responde a su influencia. "Ni para bien, ni para mal", aseveró.

A su juicio, nada habría cambiado del resultado de la cumbre si el presidente del Ejecutivo no hubiera ido a Bruselas. "Probablemente, de no ser por la foto, ni se notaría su ausencia", le criticó.

Rajoy concluyó que la cumbre terminó con "sabor de final de etapa". "Estamos ante una crisis sin parangón en los 50 años de historia de la UE", dijo.