El hombre que separó a hombres y mujeres en ascensores distintos
El nuevo presidente de Irán cuenta con el respaldo más intransigente de la teocracia
El nuevo líder de los iraníes, Mahmoud Ahmadinejad, ha protagonizado en los últimos dos años una ascensión vertiginosa, pasando de gobernador provincial a alcalde de la capital, y asumiendo ahora la Presidencia de la república islámica, con el respaldo del sector más intransigente de la teocracia.
Conocido por su indumentaria sencilla y su estilo poco refinado, Ahmadinejad, de 49 años, apeló a los trabajadores y sectores de menores ingresos. Su seña de identidad es su intransigencia en cuanto a las relaciones con Estados Unidos y las negociaciones con Europa por el programa nuclear iraní.
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Antiguo comandante de la Guardia Revolucionaria, Ahmadinejad no oculta su conservadurismo acérrimo. Como alcalde de Teherán, obligaba a hombres y mujeres a usar distintos ascensores separados en los edificios municipales.
El nuevo presidente de los iraníes es un partidario leal del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. Se cree que fue su fidelidad a los clérigos conservadores dominantes lo que llevó al concejo municipal de Teherán a pedirle que aceptara la alcaldía en 2003, cuando era gobernador de la provincia de Ardabil.
Durante la campaña presidencial, indicó que no concebía la restauración de relaciones con Estados Unidos, a diferencia de su principal rival, el ayatolá Hachemi Rafsanjani, que prometía mejorar las relaciones con occidente, reconociendo la necesidad de su país de una mayor apertura internacional.
Hijo de una familia de clase media
Ahmadinejad ha reclamado que Irán vuelva a los valores de la Revolución Islámica de 1979. Muchos jóvenes ven en ello un retorno a la prohibición de la indumentaria 'no islámica', la música, los encuentros entre sexos y otras restricciones vigentes en el apogeo de la revolución.
Con seis hermanos más, Ahmadinejad nació en una familia de clase media en Garmsar, un vecindario de Teherán. Cuando era estudiante, se unió a una corriente ultraconservadora de la Oficina para el Fortalecimiento de la Unidad, el grupo extremista que tomó la Embajada estadounidense después de la revolución. Ciertos informes indican que Ahmadinejad asistió a reuniones en las que se planificó la toma de la sede diplomática.




