Un millar de personas se manifiestan en Madrid por un "matrimonio de hombre y mujer"
Gritaban "Zapatero dimisión" y pedían nuevas elecciones, entre otras consignas
Hacía mucho calor a primera hora de la tarde de hoy en la Puerta del Sol, donde un millar de personas convocadas por el Foro de la Familia se han manifestado contra la ley que permite el matrimonio entre homosexuales, aprobada hoy en el Congreso.
Gritaban con ganas, a veces hasta con odio, pero siempre con una convicción que les llevaba incluso a plantear la necesidad de celebrar nuevas elecciones. Gritaban tanto que, a veces, lograban tapar el ruido que hacían las máquinas que a es hora trabajaban en la Puerta del Sol, agujereada como un queso gruyere.
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Había hombres y mujeres de todas las edades. Los niños y las niñas llevaban tapada su cara con máscaras y su boca sellada con celo rojo, y algunos adolescentes han aprovechado la ocasión para vender a un euro pulseritas azules que decían que son contra el aborto, aunque no indicaban qué ONG va a beneficiarse de dicha venta.
Discutían un hombre de mediana edad y una anciana sobre el resultado evidente de la educación poco estricta que desde hace años se viene impartiendo en los colegios públicos (ni un solo comentario sobre los privados), cuando pasa ante ellos una pareja de hombres musculados, uno negro y otro blanco, abrazados. Pasan delante de ellos sin inmutarse, como lo han hecho algunos otros gays que han ido a ver quién estaba en contra de unos derechos hoy reconocidos. Alguno de ellos se atrevían a llevar una pegatina de una organización que defiende sus derechos civiles.
"Gracias papá y mamá" y "Zapatero dimisión" eran algunas de las consignas que coreaban. Pancartas las había de todo tipo, desde la que pedían el matrimonio mixto entre una mujer y su perro porque, según aseguraban, se ha abierto la veda, hasta las que afirman sin ningún género de dudas que el matrimonio es igual a hombre y mujer. Estas últimas eran especiales, ya que estaban hechas como de imprenta y la leyenda iba sobre las banderas de España y del Vaticano. Por cierto, había pocos religiosos en la protesta.
