Hasta 28 años de cárcel para los acusados del mayor juicio por pederastia en Francia
Los acusados montaron un sistema por el que numerosas parejas sin recursos económicos alquilaban a sus hijos a cambio de pequeñas cantidades de dinero
Cinco de los principales acusados en el mayor juicio celebrado en Francia por pederastia han sido declarados culpables y condenados a penas que oscilan entre los 16 y los 28 años de prisión.
Tras un encierro de más de una semana en un recinto militar del oeste del país, un jurado popular de nueve personas asesoradas por tres magistrados profesionales confeccionaron el veredicto tras responder a casi 2.000 presuntas sobre la culpabilidad de los 65 acusados de pederastia.
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La pareja formada por Franck V. y Patricia M. fue condenada a 18 y 16 años de cárcel, respectivamente, por ser el organizador y la tesorera de la mayor red de proxenetismo infantil descubierta hasta la fecha en Francia. El tribunal precisó que el hombre debe cumplir íntegramente 12 de los 18 años a los que ha sido condenado, mientras que la mujer deberá purgar completamente dos tercios de su pena.
Franck V., que había reconocido haber violado a sus hijos, fue calificado por la acusación como "uno de esos hombres que deben ser apartados durante mucho tiempo de nuestra sociedad para que tomen conciencia de sus actos".
Patricia M., de quien el fiscal había dicho que formaba parte de "esas madres incestuosas, proxenetas e indiferente a los gritos de sus hijos", había reconocido en parte los hechos de los que se le acusaba.
El padre de Franck V., Philippe V., ya condenado anteriormente por violación, entre otras personas de su propio hijo, fue condenado a 28 años de prisión, frente a la cadena perpetua que contra él había requerido la Fiscalía.
El tribunal dictó la misma pena, 28 años de cárcel, contra Eric J. y 26 años de prisión contra Jean-Marc J., ambos reincidentes y contra quienes el fiscal también había solicitado la reclusión criminal a perpetuidad.
Los agresores eran vecinos y conocidos de los progenitores, pero también los mismos padres e incluso los propios abuelos de los niños, que crearon la mayor red de prostitución infantil desmantelada en Francia.
