La industria española de videojuegos refuerza su código de conducta
El Código PEGI regula la clasificación por edades, el etiquetado, la promoción y la publicidad del estos productos
Madrid
La Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE)) firmó ayer un convenio con la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol) para garantizar buenas prácticas en la publicidad de los videojuegos.
El convenio, firmado por Alberto González Lorca, presidente de ADESE y por Félix Muñoz Lázaro, presidente de Autocontrol, amplía las obligaciones aplicables a la publicidad y promoción de productos de software interactivo y supone la aprobación de mecanismos para el control del cumplimiento y aplicación de las directrices de Buenas Prácticas para la Publicidad de Productos de software interactivo.
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A través de un comunicado se informa de que mediante la firma de este convenio, la industria española de videojuegos, que facturó 790 millones de euros en 2004, refuerza el compromiso adquirido con su adscripción al Código PEGI, que es el código de conducta de la industria europea del software interactivo que regula la clasificación por edades, el etiquetado, la promoción y la publicidad de estos productos.
El nuevo Código de Buenas Prácticas subraya la necesidad de reflejar la naturaleza y contenido de los productos de software en la publicidad para evitar inducir a error al público al que se dirigen. Y establece, además, la obligatoriedad de que estos productos reflejen con claridad la clasificación por edades del producto anunciado, de forma que resulte claramente legible y perceptible.
Esta re-evaluación surge a raíz de la polémica suscitada por el videojuego Grand Theft Auto: San Andreas, uno de los que más vendidos en la historia, y que en Estados Unidos sólo podrá ser adquirido por mayores de 18 años. Hace algunas semanas, diversas denuncias sobre la existencia de escenas ocultas en las que los personajes participan actos sexuales explícitos desembocaron en una investigación. El Comité de Calificación de Programas de entretenimiento de EE UU fue el encargado de la citada investigación que resolvió que el juego pasara de tener una calificación de M (sólo para mayores de 17 años) a AO (sólo adultos), algo que podría poner límite a las ventas en su salida de los minoristas.
Juegos online
El problema radica en que muchos juegos no se encuentran en los anaqueles de las tiendas, sino en Internet. Para evitar que los menores accedan a juegos para adultos, los especialistas, como la asociación Protégeles para la seguridad de los menores en Internet (www.protegeles.org) recomiendan colocar el ordenador en un lugar de la casa de uso común, establecer horarios de uso del aparato y acompañar al menor cuando navega.
Los expertos aconsejan además instalar filtros; unos programas que bloquean las páginas web con contenidos para adultos. La mayoría de los proveedores de Internet ofrecen estos filtros y se pueden adquirir desde el propio ordenador.