El Papa ante un millón de fieles: "Si se exagera, la religión se convierte en un producto de consumo"
Benedicto XVI clausura su viaje por Alemania con una misa ante cientos de miles de fieles
El Papa Benedicto XVI clausura hoy la gira por su Alemania natal con una misa multitudinaria a la que asiste cerca de un millón de personas en Marienfeld, a 27 kilómetros de Colonia, en el mismo lugar en el que ayer por la tarde presidió la vigilia ante 800.000 fieles. Durante los cuatro días de viaje, cientos de miles de jóvenes católicos le han acompañado en las Jornadas Mundiales de la Juventud. Benedicto XVI manifestó que en el mundo actual hay un fuerte sentimiento de frustración y convive "un extraño olvido de Dios junto a un boom de lo religioso" y advirtió que "si se exagera demasiado, la religión se convierte en un producto de consumo".
Más información
Los asistentes a la misa de clausura son más de los que presenciaron ayer la vigilia, ya que en esta ocasión han vrenido peregrinos de toda Alemania y especialmente de la región de Baviera, de donde es oriundo el ex cardenal Joseph Ratzinger.
La mayoría de los jóvenes ha pasado la noche en el vasto espacio de Marienfeld, con capacidad para un millón de personas. Por la mañana, con una temperatura de 12 grados, los jóvenes se protegían de la humedad y del frío en medio de la neblina tras haber dormido pocas horas.
"En numerosas partes del mundo existe hoy un extraño olvido de Dios. Parece que toda marcha sin él. Pero al mismo tiempo existe un sentimiento de frustración, de insatisfacción de todo y de todos. Dan ganas de exclamar: `No es posible que la vida sea así!" afirmó Benedicto XVI en la misa con la que concluye la XX Jornada Mundial de la Juventud.
El Papa ha leido la homilía en cinco idiomas, entre ellos español. Las plegarias se han hecho en otras cinco lenguas, entre ellas portugués. El Padrenuestro se ha rezado en latín. El cardenal de Colonia, Joachim Meisner, le dio la bienvenida y le dijo que los jóvenes pertenecen al Papa y el Papa a los jóvenes.
La misa de clausura ha sido el punto culminante de una gira cargada de simbólicas reconciliaciones entre iglesias. El viernes, el Papa realizó una visita histórica a la sinagoga de Colonia y se convirtió en el primer pontífice en poner pie en un templo judío en el extranjero. Su predecesor, Juan Pablo II, lo hizo a la sinagoga de Roma.
Durante la visita, Benedicto XVI condenó duramente el nazismo, lo que fue muy bien acogido por la comunidad judía. Horas después, el Sumo Pontífice recibió a los dirigentes de la iglesia protestante, con la que deseó mejorar las relaciones ecuménicas. Por último, ayer, el Papa tuvo un encuentro con los líderes musulmanes de Alemania, a quienes pidió ayuda para combatir el terrorismo.
Éste es el primer viaje al extranjero que efectúa el Papa, elegido el pasado 19 de enero como sucesor de Juan Pablo II.
